El entrenador de Boca, Miguel Russo, enfrenta una situación compleja con 15 partidos sin triunfos en sus últimos encuentros, mientras se acerca el clásico contra Racing. El club y los hinchas esperan resultados positivos tras una racha negativa en la que los resultados y la confianza se han visto afectados, pero Russo mantiene la esperanza y trabaja para revertir la situación.

El inicio de la semana en Boca Juniors estuvo marcado por la tensión y las preocupaciones internas, reflejadas en la rueda de prensa del entrenador Miguel Russo, quien a los 69 años busca mantener la confianza en medio de una dura realidad deportiva.

La histórica institución xeneize atraviesa uno de sus momentos más complicados, con una racha de 15 partidos sin victorias en todas las competencias, lo que representa un récord negativo en la historia del club en sus 120 años de existencia.

Desde su retorno en 2021, Russo ha tenido momentos de alta y baja, pero la sequía de triunfos y la eliminación temprana en el Mundial de Clubes, así como en la Copa Argentina, siembran dudas respecto a la continuidad del entrenador, especialmente entre una afición que siempre exige ganar en La Bombonera, su templo sagrado.

La última victoria del equipo fue el 19 de abril de 2023, en un partido frente a Estudiantes, y desde entonces, los resultados no han acompañado al equipo.

La estadística muestra que en estos últimos 15 partidos, Boca solo ha logrado 4 empates y ha sido derrotado en 11 ocasiones, con un rendimiento que preocupa a directivos, jugadores y seguidores.

La situación, además, se vio agravada por algunos cambios tácticos y polémicas, como el cambio de Miguel Merentiel en un partido contra Huracán, lo que generó debate interno.

Pese a ello, Russo ha intentado mantener la calma y transmitir una actitud positiva. En la conferencia de prensa reciente, afirmó que su estado de ánimo se mantiene firme y que está enfocado en sacar al equipo de esta crisis. "No soy de rendirme ni de poner excusas. Nos estamos preparando para los desafíos que vienen y confiamos en que podremos revertir esta situación", expresó.

El próximo desafío es el clásico contra Racing, un encuentro que tiene un gran peso emocional y que podría ser un punto de inflexión. Russo destacó la importancia del trabajo en equipo y aseguró que su plantel está concentrado y en busca de una mejora significativa. También mencionó aspectos tácticos, como el posible cambio en la posición de Leandro Paredes, quien ha sido perfilado como posible enganche en el esquema para potenciar las opciones ofensivas.

Además, la salud del técnico nunca ha sido un tema de conversación oficial, aunque diferentes medios locales sugieren que Russo enfrentó problemas personales de salud en los últimos meses.

Sin embargo, en sus declaraciones públicas, siempre ha mostrado un semblante enérgico y confiado, dedicando palabras de apoyo hacia sus jugadores y la institución.

La directiva del club, por su parte, mantiene un silencio relativo, aunque se sabe que no hay plazos establecidos para decidir el futuro del técnico.

La presión de la afición, que ha expresado su malestar en las últimas semanas, no ha logrado quebrar la confianza en Russo, quien se aferra a la historia y a la posibilidad de que los resultados mejoren próximamente.

Historicamente, Boca ha sido uno de los clubes más grandes de Argentina y Sudamérica, con 34 títulos de Primera División y múltiples conquistas internacionales, entre ellas seis Copas Libertadores.

Sin embargo, en los últimos años, la presión por mantener el nivel y cumplir con las expectativas ha llevado a que toda crisis se analice con lupa.

El clásico contra Racing será, sin duda, uno de los partidos más importantes del año para Boca, no solo por los tres puntos en disputa, sino también por la chance de recuperar confianza y demostrar que el equipo puede levantarse a tiempo.

Russo, a pesar de las dificultades, sigue trabajando con la ilusión de que esta situación se revertirá y que Boca volverá a ser protagonista en el fútbol argentino e internacional.