La federación internacional de atletismo ha aprobado una nueva regulación que exige a las deportistas someterse a pruebas genéticas para verificar su sexo biológico, con el fin de garantizar la integridad en las competiciones femeninas.
El organismo internacional responsable del atletismo, World Athletics, anunció este miércoles la introducción de una nueva normativa que regula la elegibilidad de las deportistas en competiciones femeninas, basada en pruebas genéticas para determinar el sexo biológico.
Esta medida, aprobada por el Consejo Mundial de Atletismo, entrará en vigor el próximo 1 de septiembre y será aplicada en el Mundial de atletismo que se celebrará en Tokio entre el 13 y el 21 de septiembre de 2023.
La normativa establece que todas las atletas que quieran participar en eventos femeninos deberán someterse a una prueba genética, específicamente un análisis del gen SRY, considerado un indicador fiable para verificar el sexo biológico.
La detección puede realizarse mediante un frotis bucal o un análisis de sangre, y los resultados serán evaluados para determinar si la atleta cumple con los requisitos establecidos por la organización.
Según Sebastian Coe, presidente de World Athletics, esta medida tiene como objetivo principal proteger la integridad de la categoría femenina en el atletismo.
Coe declaró: “Nuestra filosofía principal es la protección y la promoción de la integridad del deporte femenino. Es fundamental, en un deporte que busca constantemente atraer a más mujeres, que estas se incorporen creyendo que no existe un techo de cristal biológico.
La prueba para confirmar el sexo biológico es un paso fundamental para garantizar que esto sea así”.
Desde que en marzo pasado se introdujera la posibilidad de realizar pruebas de detección del gen SRY, la normativa todavía no había sido implementada formalmente.
La decisión de activar estos controles responde a las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Atletas con Diversidad de Género, que tras más de un año de análisis, sugirió que la verificación biológica sea un elemento esencial en el proceso de elegibilidad.
La medida genera cierta controversia y debates en el mundo del deporte, ya que plantea cuestiones relacionadas con los derechos de las atletas y la igualdad de condiciones.
Sin embargo, sus defensores argumentan que la intención es mantener una competencia justa y proteger a la categoría femenina de posibles ventajas biológicas que puedan provenir de atletas con características masculinas, particularmente en casos de atletas transexuales que hayan pasado por la terapia hormonal correspondiente.
Históricamente, el debate sobre la participación de atletas transexuales en las categorías femeninas ha estado presente en diferentes disciplinas deportivas, generando tanto apoyo como resistencia.
En algunos casos, las normativas anteriores permitían la participación de deportistas que habían transitado por tratamientos hormonales específicos durante un período determinado, pero con esta nueva regulación, se busca una evaluación más rigurosa y científica.
El atletismo no es la primera disciplina en aplicar controles de este tipo; otros deportes también han comenzado a implementar tests genéticos para garantizar la equidad en competencia.
La medida refleja una tendencia en la que las entidades reguladoras buscan equilibrar los derechos de las atletas con la necesidad de mantener una competición justa, en un contexto donde la diversidad de género y la equidad han cobrado mayor protagonismo en los últimos años.
La llegada de esta normativa a partir de septiembre obliga a las atletas a prepararse con anticipación para cumplir con los requisitos, y marcará un precedente importante en la regulación del deporte femenino a nivel mundial.
La decisión de World Athletics evidencia la intención de mantener un equilibrio entre la inclusión y la justicia deportiva, además de responder a las dudas y controversias sociales que rodean este tema en la actualidad.