El atleta sueco Armand Duplantis superó su anterior marca y alcanzó los 6,30 metros en el Campeonato Mundial de Tokio, ampliando sus límites y proyectándose hacia los 6,40 metros. Su entrenador y padre, Greg Duplantis, asegura que el su máximo potencial aún no ha sido alcanzado y que puede llegar aún más alto en los próximos años.

Desde hace años, Armand Duplantis ha destacado en el mundo del atletismo como uno de los saltadores con garrocha más talentosos y con mayor proyección en la historia.

Criado en un entorno donde el deporte era parte de la vida familiar, el sueco nació en Estados Unidos y compite para Suecia, país de su madre Helena, exatleta y actual preparadora física del atleta.

El lunes, en el Estadio Nacional de Tokio, Duplantis no solo reafirmó su dominio en la disciplina, sino que logró una hazaña que lo coloca entre los mejores de todos los tiempos: saltó 6,30 metros y, con ello, estableció su decimocuarto récord mundial en la categoría.

La reunión fue un evento lleno de emoción, en un escenario que quedó marcado en la historia del atletismo, aún más tras la pandemia de COVID-19 que suspendió muchas competencias internacionales y cambió para siempre el modo en que se viven estos eventos.

Primero, en abril del año pasado, Duplantis fue protagonista del documental 'The Next Centimetre', donde su padre Greg, quien fue garrochista y hoy lo apoya como entrenador, reflexionó sobre el límite del joven atleta.

Greg aseguró que Mondo, como se le suele llamar, podría llegar a saltar los 6,40 metros si continúa su progreso y trabaja con disciplina y dedicación, ya que los expertos indican que los saltadores de su generación suelen alcanzar su máximo potencial en sus finales de los veinte y principios de los treinta.

El récord anterior de Duplantis era de 6,29 metros, alcanzado en agosto en Budapest, después de haber superado varias veces la marca de 6,25. En los Juegos Olímpicos de París, logró su segunda medalla de oro con un salto de 6,25 metros, y en otras competencias, como la Liga de Diamante en Estocolmo o en Chorzów, fue superando mes a mes, alcanzando hitos cada vez más altos.

Sus ansias de superación no parecieron detenerse; en Clermont-Ferrand, Francia, en una competencia en junio, superó por primera vez los 6,27 metros, seguido por un salto de 6,28 en Estocolmo.

Poco antes del récord mundial en Tokio, en una reunión en Budapest, había llegado a elevarse a 6,29 metros. Cuando se le preguntaba sobre sus próximos objetivos, Mondo no dudaba en afirmar que quería alcanzar los 6,40 metros, una barrera que para muchos expertos representa un desafío casi insuperable en el momento, pero que para él parece estar al alcance de su ambición y talento.

El domingo, antes de cumplir su sueño en Tokio, el atleta sueco expresó su convicción de que no hay límites para su potencial, y que seguramente todavía hay margen para seguir creciendo.

Su padre Greg, quien siempre ha tenido una visión optimista sobre su hijo, comentó en varias ocasiones que Mondo podría llegar a saltar aún más alto si mantiene esa constancia.

El récord de Duplantis es un ejemplo de cómo la historia del salto con garrocha ha evolucionado con el tiempo. Desde los primeros registros en el siglo XIX, hasta los saltos de más de 6 metros logrados en las últimas décadas, la disciplina ha sido testigo de avances tecnológicos en las cañas y de mejoras en la preparación física y mental de los atletas.

En la actualidad, solo unos pocos saltadores en la historia han superado los 6,20 metros, y que en esta lista se encuentra el propio Duplantis, que continúa rompiendo moldes.

Con 25 años y un talento que aún puede desarrollarse, el sueco no solo se posiciona como favorito en futuras competencias internacionales, sino que también mantiene la esperanza de que el récord mundial se siga elevando.

La comunidad deportiva y sus seguidores en todo el mundo miran con expectación qué será lo próximo para este joven que ha demostrado tener una sed insaciable de éxito, y que ahora aspira a marcar un nuevo hito en la historia del atletismo con una marca que podría llegar a los 6,40 metros en los próximos años.