La Junta de Castilla y León impulsa proyectos de investigación en Arribes para preservar variedades autóctonas y potenciar la competitividad del sector vitivinícola mediante innovación y sostenibilidad.
La Junta de Castilla y León continúa fortaleciendo el sector vitivinícola en la región, especialmente en la zona de Arribes, mediante la promoción de proyectos de investigación y la implementación de prácticas innovadoras que buscan garantizar la sostenibilidad y la diversidad de las variedades de vid.
El director general del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), Rafael Sáez, visitó recientemente varias parcelas y ensayos en la DO Arribes, en un esfuerzo por mejorar la competitividad y promover la innovación en las explotaciones vitivinícolas.
Supuestamente, estos esfuerzos están en línea con una estrategia histórica de la región para proteger y revitalizar las variedades autóctonas, muchas de las cuales tienen siglos de historia y representan un patrimonio cultural y genético invaluable.
La visita se centró en parcelas situadas en Villarino de los Aires, una zona conocida por su viticultura de alto valor ecológico y por las dificultades orográficas que enfrentan los viticultores, a quienes se les llama comúnmente viticultores de 'alto valor ecológico' o 'viticultura heroica'.
Durante la jornada, Sáez pudo conocer el progreso de varios proyectos europeos y locales que buscan fortalecer el sector. Uno de ellos, el proyecto Minorsens, cuenta con un presupuesto aproximado de 385.000 euros (unos 425.000 euros en moneda local), y tiene como objetivo recuperar y valorar variedades minoritarias de vid en una zona que comparte frontera con Portugal. La iniciativa combina técnicas tradicionales con tecnología avanzada, incluyendo nanosensores y dispositivos de análisis sensoriales como nariz y lengua electrónicas, que en conjunto ayudan a identificar y preservar las características únicas de estas cepas.
Por otro lado, el proyecto Ecospherewines, con un presupuesto cercano a los 300.000 euros (unos 330.000 euros en euros), busca potenciar la sostenibilidad del paisaje vitícola en Arribes mediante prácticas agrícolas innovadoras que refuercen el carácter diferencial de los vinos producidos en la zona.
La intención es que estas prácticas no solo mejoren la calidad y diferenciación de los vinos, sino que también contribuyan a la protección del entorno natural.
Supuestamente, estos proyectos están teniendo un impacto positivo en las bodegas familiares y pequeñas explotaciones, muchas de las cuales enfrentan desafíos relacionados con la antigüedad de las viñas y la mezcla de variedades, factores que afectan su competitividad en mercados cada vez más exigentes.
La Junta ha apoyado estas iniciativas para facilitar la certificación de calidad y promover los vinos de la DO Arribes en el mercado internacional, buscando además una mayor integración de conocimientos entre productores, científicos y administraciones.
Cabe destacar que, históricamente, la región de Arribes ha sido escenario de una viticultura tradicional que data de la época romana, y que supuestamente ha resistido muchas transformaciones a lo largo de los siglos.
La Junta de Castilla y León también se ha comprometido con el desarrollo rural, asegurando el control y certificación de las bodegas y fomentando nuevas oportunidades para agricultores y bodegueros en un entorno de alto valor ecológico.
Además, en su apuesta por la innovación participativa, la Junta ha activado el sistema AKIS, que agrupa a 13 diferentes colectivos dedicados a diversos ámbitos agrícolas.
Uno de estos grupos está enfocado en viticultura y enología, y busca recoger las necesidades y propuestas de los profesionales del sector para fortalecer su futuro.
Supuestamente, estas acciones forman parte de un plan estratégico para mantener la relevancia del sector vitivinícola en Castilla y León, promoviendo una viticultura moderna, respetuosa con el medio ambiente y en sintonía con las tradiciones que han definido a la región por siglos.