La Junta de Castilla y León anuncia una nueva convocatoria de ayudas dentro del programa Relevacyl para facilitar los traspasos de negocios asumidos por autónomos, con un presupuesto de 2,4 millones de euros y acompañamiento asesor técnico.

La Junta de Castilla y León mantiene activo el impulso al relevo generacional de los pequeños negocios mediante una nueva convocatoria del programa Relevacyl, dirigida a financiar los traspasos de empresas que sean asumidos por trabajadores autónomos cuando el titular se jubila o se produce un cese inesperado.

La medida, dotada con 2,4 millones de euros, se acompaña de un programa de asesoramiento técnico gestionado a través de asociaciones profesionales para acompañar a los nuevos titulares en la elaboración de planes de negocio y en la resolución de cuestiones fiscales y legales.

La convocatoria, que se puso en marcha el pasado 25 de junio, aboga por cubrir los traspasos ocurridos desde el 15 de noviembre de 2025 hasta el 30 de septiembre de 2026, asegurando cobertura económica para cada relevo dentro de la ventana establecida desde la puesta en marcha del programa.

Este marco temporal busca evitar que la falta de relevo genere cierres de pequeñas actividades empresariales y mantener así el tejido económico en la región.

Las ayudas a fondo perdido pueden llegar hasta 20.000 euros. La cuantía inicial parte de 10.000 euros y puede incrementarse de forma significativa en función de la ubicación del negocio y del perfil del emprendedor, con incentivos y bonificaciones que también se pueden acumular para actividades desarrolladas en zonas rurales, para relevos asumidos por jóvenes menores de 35 años y para mujeres emprendedoras.

En concreto, los relevos en municipios de menos de 1.000 habitantes recibirán una ayuda adicional de 4.000 euros, mientras que los de entre 1.001 y 5.000 habitantes obtendrán un suplemento de 2.000 euros. Si el traspaso lo lleva a cabo una mujer, la bonificación se incrementará en 4.000 euros; y si el nuevo empresario es joven menor de 35 años, la subida será de 2.000 euros más. Estas bonificaciones combinadas pueden permitir que nuevas titularidades reciban hasta 20.000 euros en ayudas a fondo perdido.

Además de la ayuda económica, se mantiene la posibilidad de compatibilizar esta subvención con otras ayudas siempre que no estén destinadas a financiar el mismo objeto.

Como contrapartida, los nuevos titulares deben mantener la actividad y la residencia en Castilla y León durante al menos cinco años. El plazo de presentación de solicitudes se prevé que comience el 15 de enero de 2026.

Como valor añadido, la Consejería ha convocado también el programa Relevacyl Emprendimiento, dotado con 200.000 euros. Esta línea está orientada a financiar las actividades de asociaciones profesionales y entidades de economía social que desarrollen itinerarios de mentoría y consultoría personalizada para apoyar y promover los relevos.

De este modo, la Junta no solo aporta apoyo económico, sino que facilita que el nuevo titular cuente con el respaldo de expertos para la elaboración de planes de negocio y de estrategias de relevo, asegurando que la transición sea técnica y legalmente segura.

Con este conjunto de medidas, la Consejería que dirige Leticia García busca convertir el reto demográfico en una oportunidad de futuro, protegiendo el esfuerzo de toda una vida de empresarios que se jubilan y proporcionando un horizonte sólido a quienes deciden emprender en la comunidad.

Supuestamente, estas acciones podrían contribuir a sostener puestos de trabajo en comunidades locales y a evitar cierres de comercios pequeños, aunque el resultado final dependerá de la capacidad de las asociaciones y de la disposición de los nuevos titulares para consolidar el negocio a largo plazo.

Presuntamente, la ejecución coordinada de asesoramiento y apoyo económico podría facilitar una transición más fluida y menos arriesgada para quienes asumen la titularidad de una empresa en el marco de Relevacyl.

En el entorno regional, este esfuerzo se enmarca en una estrategia más amplia para frenar la migración de emprendedores y reforzar la resiliencia de las economías locales, especialmente en zonas con menor densidad de población.

Si se cumplen las previsiones, la convocatoria podría convertirse en un referente para la continuidad de muchos negocios familiares y para la creación de nuevas oportunidades de empleo en Castilla y León, manteniendo viva la actividad económica incluso ante los retos demográficos actuales.