La Junta de Castilla y León apoya una docena de proyectos de investigación con una inversión cercana a 2 millones de euros para mejorar la competitividad y sostenibilidad del sector vitivinícola en la región, incluyendo avances en variedades tradicionales, tecnologías y control de calidad.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León ha anunciado que participa en una serie de once proyectos de investigación que suman aproximadamente 1,89 millones de euros (equivalentes a unos 3,6 millones de euros en moneda local actual), destinados a impulsar la innovación y fortalecer la competitividad del sector vitivinícola en la comunidad autónoma.
Esta inversión forma parte de un esfuerzo estratégico para modernizar las técnicas de cultivo, recuperar variedades tradicionales y promover la sostenibilidad en la viticultura regional.
El anuncio fue realizado durante la tercera edición de Demoviña, un evento que se llevó a cabo en la finca Zamadueñas, sede del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL).
La jornada reunió a más de 400 profesionales del sector, incluyendo viticultores, bodegueros, técnicos y empresarios, quienes participaron en charlas técnicas, demostraciones en campo y mesas de debate sobre las últimas innovaciones en viticultura.
Entre los proyectos destacados, se encuentran iniciativas para la recuperación de variedades minoritarias de vid mediante técnicas avanzadas de mejora genética, como los programas Minorsens y Varmintec.
Estos esfuerzos buscan conservar el patrimonio vegetal de Castilla y León, que cuenta con cerca de 60 variedades tradicionales en su colección, en un espacio dedicado a la investigación en la finca Zamadueñas.
Además, se están desarrollando variedades resistentes a enfermedades mediante programas como Resisvid, que contribuyen a reducir el uso de productos químicos y mejorar la sostenibilidad.
Otra línea importante de investigación se centra en la aplicación de nuevas tecnologías para el manejo del viñedo, incluyendo sistemas inteligentes de riego y tecnologías 5G, en proyectos como Yaravid, Enervid y Fiveg.
Estas herramientas permiten optimizar recursos, mejorar la calidad de la uva y reducir el impacto ambiental. Asimismo, se trabaja en la creación de nuevos productos derivados de la uva, como polisacáridos, que pueden tener aplicaciones en la industria alimentaria y farmacéutica.
La participación del ITACyL en estos proyectos es variada, actuando como socio tecnológico con financiación tanto autonómica como europea y mediante servicios a demanda para empresas del sector.
Para este año, el presupuesto destinado a estas iniciativas alcanza los 569.000 euros, unos 540.000 euros en moneda europea actual, destinados a investigación y desarrollo.
Los avances presentados en Demoviña también abordaron temas como la viticultura regenerativa, protección del patrimonio genético y control de calidad del vino.
La finca de Zamadueñas, que dispone de un espacio ecológico de casi 2 hectáreas y acoge la colección de variedades tradicionales, realiza ensayos de campo y estudios genéticos que permiten conservar y poner en valor la riqueza vitícola de la región.
Por otro lado, la Estación Enológica de Castilla y León, ubicada en Rueda y en funcionamiento desde 1986, continúa siendo un pilar fundamental en la investigación enológica.
Este centro realiza más de 100.000 análisis anuales en muestras de vino, mosto y uva, y cuenta con una bodega experimental capaz de producir hasta 80.000 kilos de uva en microelaboraciones para estudios de variedades minoritarias y resistentes.
En los últimos años, la región ha sido un referente en innovación vitivinícola en España, con un sector que combina tradición y tecnología para mantener su liderazgo en el mercado.
La inversión en investigación y desarrollo, junto con eventos como Demoviña, refuerzan el compromiso de Castilla y León con la sostenibilidad, la calidad y la recuperación de su patrimonio vitícola, asegurando un futuro prometedor para el sector en la región.