La Vicepresidenta de Castilla y León visita la sede de la ONCE en Madrid para fortalecer alianzas en innovación social y cuidado de colectivos vulnerables, promoviendo proyectos tecnológicos y colaboraciones estratégicas.
La vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, Isabel Blanco, realizó una visita a la sede de la ONCE en Madrid con el propósito de fortalecer las alianzas en el ámbito de la innovación social orientada al cuidado de los colectivos más vulnerables.
Durante su encuentro, invitó a la organización a participar activamente en la próxima edición de Fitecu, la Feria Internacional de Innovación y Tecnología al Servicio de los Cuidados, prevista para 2027 en Zamora, y a colaborar en futuros proyectos que impulsen el uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas en situación de dependencia.
Este encuentro refuerza la estrategia de la Junta de Castilla y León de integrar la innovación tecnológica en los sistemas de atención social. La región ha puesto en marcha iniciativas como 'Dependencia 5.0', que busca promover el envejecimiento activo, la prevención de la dependencia y la atención en el propio domicilio, especialmente en zonas rurales.
Para ello, la administración autonómica ha apostado por proyectos de domótica y robótica que complementan la labor de los profesionales del sector, facilitando tareas repetitivas y permitiendo una atención más personalizada y cercana.
Un ejemplo de ello es el proyecto 'Por el talento digital', desarrollado por la ONCE, que ofrece formación en competencias digitales y tecnológicas a personas con discapacidad.
La iniciativa busca potenciar su autonomía y facilitar su integración laboral, apuntando además al desarrollo de capacidades que puedan mejorar su participación en la sociedad.
La inversión en estas tecnologías es significativa: en euros, la Junta ha destinado aproximadamente 365.000 euros (404.000 dólares) a la adquisición de andadores inteligentes y ayudas técnicas para facilitar la movilidad y el cuidado.
El centro tecnológico 'La Aldehuela', ubicado en Zamora, se ha consolidado como un núcleo de innovación en torno a las necesidades sociales. Allí, se desarrollan proyectos colaborativos entre empresas, universidades, centros tecnológicos y administraciones públicas, con el objetivo de crear un ecosistema que impulse el desarrollo económico y social.
Algunas entidades que participan en este hub son Fundació Intras, Fundació Personas, Cartif y Clúster SIVI.
Uno de los avances destacados en esta línea es el sistema de control de caídas mediante radares en las camas de los residentes, que permite anticipar incidentes y reducir los tiempos de respuesta.
Asimismo, se están implementando sistemas de gestión de lavandería con etiquetas RFID para localizar prendas y evitar pérdidas, mejorando la eficiencia y seguridad en las residencias.
Por otro lado, la Junta ha invertido en proyectos de TIC, como estaciones de telemedicina móvil y sistemas de videovigilancia de alta definición, con una inversión cercana a los 300.000 euros (unos 270.000 euros en euros), destinados a mejorar la atención y la seguridad en los centros residenciales. Además, se ha implementado una red wifi robusta para soportar estas herramientas tecnológicas, y sistemas de gestión integral como Giress 2.0, que facilita el seguimiento de la salud de los residentes y la coordinación entre profesionales.
La innovación social también se refleja en terapias ocupacionales y programas de bienestar. Se están desplegando pantallas interactivas y gafas de realidad virtual en residencias, con una inversión que supera los 150.000 euros (135.000 euros), para estimular cognitivamente a los mayores y mejorar su calidad de vida. Todo esto forma parte de un plan integral que busca transformar los cuidados tradicionales, haciéndolos más eficientes, personalizados y tecnológicos.
Este enfoque pionero en Castilla y León responde a una tendencia global, donde las tecnologías digitales están revolucionando la atención a las personas mayores y dependientes.
La colaboración con instituciones como la ONCE, con su experiencia en inclusión digital, resulta clave para ampliar el alcance y el impacto de estos proyectos.
La comunidad apuesta por convertir la innovación en un motor de desarrollo social y económico, apoyando a quienes más lo necesitan y abriendo nuevas vías para su integración social y autonomía.