El Gobierno regional destina 2 millones de euros en subvenciones para promover la cría y conservación de razas autóctonas en Castilla y León, beneficiando a numerosos ganaderos y asociaciones de protección del patrimonio genético regional.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León ha anunciado la apertura de una convocatoria de ayudas destinada a fomentar la cría y la inscripción en los libros genealógicos de ejemplares de razas autóctonas de la región.
Esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto propio de 2 millones de euros, permanecerá abierta hasta el 4 de julio y busca fortalecer la conservación de la biodiversidad ganadera regional.
Desde hace décadas, las razas autóctonas de Castilla y León han sido un pilar fundamental para mantener la riqueza genética y cultural de la zona.
Sin embargo, en los últimos años, muchas de estas razas han visto reducirse su población, lo que ha provocado que varias de ellas sean consideradas en peligro de extinción.
Para revertir esta tendencia, la Junta ha puesto en marcha este plan de ayuda que, en el contexto europeo, forma parte de los esfuerzos por preservar los recursos genéticos animales, considerados patrimonio cultural inmaterial.
La convocatoria contempla subvenciones que oscilan entre los 18 y los 360 euros por ejemplar, dependiendo de la raza y del tipo de animal, con un tope máximo de 6.000 euros por beneficiario. Estas ayudas están dirigidas a propietarios de explotaciones ganaderas registradas en Castilla y León que mantienen razas como la Alistana-Sanabresa, Avileña-Negra Ibérica, Mantequera Leonesa, Monchina, Morucha, Parda de Montaña, Sayaguesa, así como razas ovinas, caprinas, equinas y aviares autóctonas.
El objetivo principal de esta iniciativa es aumentar el censo ganadero, extender la presencia de estas razas en nuevas explotaciones, y promover la mejora genética de los animales.
La gestión de estas ayudas se realiza bajo el régimen de minimis de acuerdo con la normativa de la Unión Europea, y en 2024, los beneficiarios en Castilla y León recibieron aproximadamente 1,72 millones de euros, beneficiando a cerca de 700 titulares y inscribiendo casi 13.000 ejemplares.
Además de las subvenciones directas a los ganaderos, la Junta también apoya a las asociaciones que gestionan las razas autóctonas en peligro de desaparición.
Estas organizaciones reciben fondos para realizar actividades relacionadas con la gestión del libro genealógico y programas de mejora genética. En la última convocatoria, estas asociaciones recibieron aproximadamente 250.000 euros, que contribuyen a la conservación activa de estos recursos genéticos.
Un ejemplo de ello es la explotación ubicada en La Muela, en la provincia de Soria, que se dedica a la cría de vacas de la raza Serrana Negra. La finca, propiedad de José Carlos Manchado, cuenta con un censo de 200 animales, de los cuales 93 son hembras mayores de dos años. En esta explotación, que fue visitada por las autoridades regionales, se destaca la importancia de las razas autóctonas como patrimonio vivo, que además aportan valor económico y cultural a la región.
La apuesta de la Junta por la conservación de estas razas refleja un compromiso histórico con la biodiversidad y el desarrollo rural sostenible. La región, que en el pasado fue uno de los principales centros de producción ganadera en la península ibérica, ha visto cómo estas razas tradicionales han sido reemplazadas por ejemplares más productivos pero menos adaptados a las condiciones locales.
La ayuda económica busca revertir esta situación, incentivando a los ganaderos a mantener vivas las razas que han formado parte de su identidad durante siglos.
En definitiva, con esta estrategia, Castilla y León refuerza su compromiso con la conservación de su patrimonio genético y cultural, promoviendo prácticas ganaderas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
La convocatoria de ayudas constituye una oportunidad importante para que los ganaderos puedan seguir preservando sus ejemplares y contribuir a un futuro en el que la diversidad genética sea valorada y protegida para las próximas generaciones.