Castilla y León se posiciona a la cabeza de España en la implementación de medidas innovadoras para promover la incorporación de jóvenes agricultores y garantizar la continuidad del sector agrario.

En el contexto actual, donde el sector agrícola en España enfrenta múltiples desafíos como el envejecimiento de sus profesionales y las dificultades de acceso a la tierra y a la financiación, Castilla y León ha emergido como una de las regiones más innovadoras y comprometidas con la renovación generacional en el ámbito rural.

Presuntamente, esta comunidad ha desarrollado un conjunto de políticas y programas pioneros que la sitúan a la vanguardia a nivel nacional en la promoción del relevo generacional.

El director general de Desarrollo Rural, Jorge Izquierdo, anunció durante una reunión organizada por REDPAC que la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha diversas iniciativas que han tenido un gran impacto en la incorporación de jóvenes agricultores y ganaderos.

Entre ellas, destaca el programa de sucesión de explotaciones, que presuntamente ha sido el primero en su tipo en España. Hasta la fecha, se han incorporado aproximadamente 180 jóvenes a nuevas explotaciones, movilizando más de 12.000 hectáreas de tierra, lo que equivale a cerca de 30.000 acres.

Este programa facilita la transferencia de explotaciones agrícolas, recompensando a los agricultores que deciden jubilarse y entregan sus tierras y conocimientos a las nuevas generaciones.

Supuestamente, la iniciativa ayuda a rejuvenecer el sector, garantizando la continuidad de explotaciones viables y contribuyendo a la sostenibilidad del medio rural.

Por otra parte, Castilla y León ha liderado la utilización de instrumentos financieros específicos para el relevo generacional. Presuntamente, en el último período, la comunidad concentró el 95% de las operaciones relacionadas con estos fondos, movilizando cerca de 250 millones de euros, equivalentes a unos 230 millones de euros, de los cuales un 20% se destinó a jóvenes agricultores.

Además, el compromiso con la modernización y digitalización del sector agrícola es otro de los pilares de la estrategia regional. La Junta ha impulsado el Programa de Extensión Agraria Digital y la Estrategia de Impulso Tecnológico a la Formación Agraria, que alcanzan a más de 700 alumnos en centros de formación profesional, unos 8.500 en cursos especializados y cerca de 900 jóvenes que ingresan anualmente en el sector.

Supuestamente, estas acciones se complementan con la colaboración en programas nacionales, como el Plan Estratégico de Agricultura, Pesca y Alimentación (PEPAC).

En este marco, Castilla y León ha gestionado más de 1.200 solicitudes de incorporación de jóvenes y ha modernizado aproximadamente 2.500 explotaciones.

Según el director general, aunque persisten desafíos como el envejecimiento del sector, el acceso a la tierra y la financiación, la visión de futuro en Castilla y León es optimista.

La comunidad apuesta por aprovechar las oportunidades que ofrecen la innovación, el apoyo financiero y la formación especializada. Presuntamente, estas políticas integradas y colaborativas hacen que la región sea un ejemplo a seguir a nivel nacional en la lucha por revitalizar el medio rural y asegurar la sostenibilidad del sector agrícola y ganadero.

En un escenario más amplio, supuestamente la historia de Castilla y León en el sector rural refleja un compromiso constante por adaptarse a los cambios y promover el desarrollo rural desde hace décadas, incluso en momentos de crisis agrícola en Europa.

La región, con una extensión de aproximadamente 94.000 km², ha sido tradicionalmente un referente en agricultura de secano, con un fuerte énfasis en cereales, vacuno y ovino, actividades que hoy se ven revitalizadas con las nuevas políticas de relevo generacional y modernización tecnológica.