La Junta de Castilla y León ha desembolsado en abril 15 millones de euros en subvenciones destinadas a la incorporación de jóvenes y a la modernización del sector agrícola, beneficiando a 435 explotaciones en la comunidad.
En un esfuerzo por fortalecer el sector agrícola y promover el relevo generacional, la Junta de Castilla y León ha realizado en el mes de abril una importante inversión de aproximadamente 15 millones de euros, equivalentes a cerca de 16 millones de dólares o aproximadamente 14 millones de euros en la actualidad, destinados a apoyar a agricultores jóvenes y modernizar las explotaciones agrícolas de la región.
Estas ayudas forman parte de una estrategia integral para impulsar el desarrollo rural, crear empleo y mejorar la competitividad del sector agrícola en Castilla y León, una de las comunidades autónomas con mayor tradición agrícola en España.
Desde hace décadas, la región ha sido un referente en producción de cereales, vino, y productos lácteos, y estos fondos buscan asegurar la sostenibilidad y la innovación en el sector.
En total, 435 beneficiarios han recibido estos fondos, que se distribuyen en diferentes líneas de ayuda. Entre ellas, una de las principales es la incorporación de jóvenes agricultores, un proceso que busca revitalizar el campo y garantizar la continuidad de las explotaciones.
En concreto, en abril se abonaron aproximadamente 4 millones de euros a 108 jóvenes que ya habían recibido un anticipo en diciembre de 2024, correspondiente a la convocatoria de incorporación.
Además, en febrero, se entregaron otros 16 millones de euros a 414 jóvenes, lo que significa que aproximadamente el 78% de los beneficiarios ya han recibido el pago inicial.
Por otra parte, en abril, la Junta ha realizado pagos finales por unos 4 millones de euros a otros 183 jóvenes beneficiarios, consolidando así su apoyo a la incorporación de nuevas generaciones en el sector agrícola.
Por otro lado, la modernización de las explotaciones ha recibido una inversión de aproximadamente 6,7 millones de euros, destinados a 144 beneficiarios.
Estos fondos se han dirigido a mejorar diferentes aspectos de las explotaciones, incluyendo inversiones en sistemas de riego, tecnología digital, eficiencia energética y otros tipos de mejoras estructurales.
De estos fondos, casi un millón de euros se han destinado a proyectos de regadíos, un sector clave en la productividad agrícola de la región, donde Castilla y León cuenta con una larga historia de innovación en técnicas de irrigación desde el siglo XIX.
La digitalización de las explotaciones ha recibido unos 1,87 millones de euros para implementar soluciones tecnológicas que aumenten la eficiencia y competitividad de los productores.
Asimismo, se han invertido cerca de 713.000 euros en eficiencia energética, contribuyendo a reducir el impacto ambiental y los costes operativos de las explotaciones. El resto de los fondos, alrededor de 3,2 millones, se han destinado a otras inversiones relacionadas con la modernización y optimización de las explotaciones agrícolas y ganaderas.
Es importante destacar que, en la distribución de estos fondos, aproximadamente el 53% se han dirigido a explotaciones agrícolas, un 33% a ganadería y un 14% a explotaciones mixtas que combinan cultivos y animales.
Estas cifras reflejan el carácter diverso y multifacético del sector rural en Castilla y León.
Históricamente, la región ha sido pionera en políticas agrícolas y en la incorporación de nuevas tecnologías. Desde la introducción del sistema de rotación de cultivos en el siglo XVIII hasta la modernización digital actual, Castilla y León ha tenido un papel destacado en la innovación agrícola en España.
La inversión en jóvenes y modernización en 2025 continúa esta tradición, asegurando un futuro sostenible y competitivo para el sector.
Estos fondos también se enmarcan en la política agrícola común (PAC) de la Unión Europea, que busca reducir las brechas generacionales y promover un desarrollo equilibrado en las zonas rurales de Europa.
La región, con su vasta extensión de tierras cultivables y su riqueza cultural agrícola, se posiciona como un ejemplo de éxito en la aplicación de estos recursos para revitalizar el campo y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.