Por primera vez en Argentina, un protocolo integral garantiza acompañamiento a mujeres embarazadas en situación vulnerable durante toda la gestación y los primeros tres años de sus hijos, con recursos digitales, asesoramiento interdisciplinario y canales de atención accesibles.
En un avance histórico para la salud y el bienestar infantil en Argentina, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha puesto en marcha un novedoso programa de atención integral dirigido a mujeres en situación vulnerable durante el embarazo y los primeros años de vida de sus hijos.
Este protocolo, denominado oficialmente como Protocolo de Acompañamiento a la Embarazada en Situación de Vulnerabilidad (PAEV), representa la primera iniciativa de su tipo en el país, con el objetivo de ofrecer un acompañamiento completo y personalizado que abarque desde la gestación hasta los primeros 1.000 días de los niños.
Supuestamente, esta iniciativa surge como respuesta a las altas tasas de vulnerabilidad social y a la necesidad de reducir las desigualdades en el acceso a servicios de salud y apoyo psicológico.
La implementación del programa responde además a las leyes 27.610 y 27.611, que garantizan el derecho de toda mujer gestante a recibir información clara, acompañamiento y apoyo antes, durante y después del embarazo, incluso en casos de interrupciones voluntarias del embarazo.
El protocolo establece un seguimiento sostenido y personalizado, que comienza con una entrevista inicial en la que se realiza un registro anónimo y confidencial, permitiendo a la mujer decidir libremente si desea continuar con el acompañamiento.
Durante el proceso, se ofrece asesoramiento psicosocial, orientación médica y apoyo legal, todo coordinado por equipos interdisciplinarios liderados por un orientador especializado.
Además, el programa contempla el uso de plataformas digitales y canales accesibles para facilitar el contacto y el seguimiento, como la línea 108, el teléfono 147, el WhatsApp de la Ciudad (11 5050-0147), y la atención en hospitales y centros de salud.
Supuestamente, la idea es que las mujeres puedan acceder a estos recursos desde cualquier lugar y en cualquier momento, garantizando así una atención integral y sin obstáculos.
La capacitación del personal que trabaja en este programa también ha sido una prioridad, con énfasis en aspectos médicos, psicosociales y legales, para asegurar un acompañamiento sensible y efectivo.
El jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, expresó durante la presentación del programa en el Hospital Materno Infantil Ramón Sardá que "este protocolo es una herramienta más para garantizar el bienestar de la familia y que ninguna mujer se sienta sola.
Vamos a cuidar la vida con una mirada integral que fortalezca el vínculo madre-hijo". Macri también anunció que se seguirán reforzando los Centros de Primera Infancia, con la apertura de nuevos centros y ampliación de horarios, inclusive en horarios nocturnos, para facilitar la crianza, el estudio y el trabajo.
Supuestamente, esta iniciativa busca reducir las desigualdades sociales y promover una política pública de protección y cuidado de las mujeres gestantes en situación de vulnerabilidad, en línea con los compromisos internacionales asumidos por Argentina en materia de derechos reproductivos y protección infantil.
Clara Muzzio, la vicejefa de Gobierno, resaltó que "estamos ante una etapa crítica y sensible del desarrollo humano, que inicia en la concepción y se extiende hasta los tres años de vida.
El nuevo protocolo parte de esta premisa central: las acciones que se realicen en esos primeros 1.000 días tienen un impacto directo en la reducción de enfermedades y en la prevención de muertes evitables".
Supuestamente, el programa también contempla una evaluación anual para analizar resultados y realizar ajustes según los aprendizajes y necesidades detectadas en cada barrio.
La colaboración entre el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, el Ministerio de Salud y organizaciones del tercer sector es fundamental para garantizar la efectividad y sostenibilidad del protocolo.
Este avance, que presuntamente fortalecerá la red de protección social en la Ciudad, se suma a una serie de políticas públicas que buscan promover la igualdad y el bienestar desde las primeras etapas de la vida.
La implementación de este protocolo pionero en Argentina refleja un compromiso de la administración porteña con el desarrollo humano y la protección de los derechos de las mujeres y los niños en situación vulnerable.