El Ayuntamiento de Zaragoza desarrolla un diagnóstico integral sobre la pobreza energética en colaboración con entidades sociales, empresas y la universidad, enmarcado en el Pacto de las Alcaldías y la Agenda Europea de sostenibilidad.

El Ayuntamiento de Zaragoza continúa avanzando en la lucha contra la pobreza energética en la ciudad, un problema que afecta a miles de hogares y que supone un obstáculo para el bienestar y la igualdad social.

En esta ocasión, a través de la Oficina de Medio Ambiente, Acción Climática y Salud Pública, se está llevando a cabo un exhaustivo diagnóstico que permitirá comprender mejor la magnitud del problema y diseñar respuestas efectivas para reducir su impacto.

Supuestamente, este análisis forma parte del Plan de Acción Climática y de Energía Sostenible de Zaragoza (PACES), un compromiso adoptado por la ciudad en el marco del Pacto de las Alcaldías, una iniciativa europea que busca movilizar a los ayuntamientos para cumplir con los objetivos del Pacto Verde y avanzar hacia un modelo urbano más sostenible y resiliente.

El Pacto de las Alcaldías, que Zaragoza ha suscrito, establece que las acciones relacionadas con la pobreza energética deben ser coherentes con las políticas europeas, incluyendo la Misión de Ciudades Climáticamente Neutras y la estrategia de transición energética justa e inclusiva.

Supuestamente, estas políticas buscan garantizar que ningún ciudadano quede atrás en la transformación hacia energías renovables y eficiencia energética.

Para enriquecer y validar el diagnóstico, la Oficina de Medio Ambiente ha organizado una sesión participativa en colaboración con la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES).

En ella, profesionales de diversos ámbitos, como entidades sociales (supuestamente Cruz Roja, Cáritas, Hijas de la Caridad, Aldeas Infantiles y la Fundación Secretariado Gitano), empresas (como ENEL) y la Universidad de Zaragoza, han sido invitados a aportar sus perspectivas y propuestas.

Supuestamente, también participan en este proceso asociaciones de vecinos, de consumidores y diferentes departamentos municipales implicados en la gestión social y urbana, como Servicios Sociales, Zaragoza Vivienda y Consumo, además de representantes del Gobierno de Aragón.

La finalidad es incorporar todas estas voces para elaborar un diagnóstico final lo más completo posible y que sirva como base para futuras medidas.

La sesión se realizará el próximo martes, 23 de septiembre, en la sala de reuniones ubicada en la calle Casa Jiménez 5, en el centro de Zaragoza, y tendrá lugar de 10 a 14 horas.

La intención es que este encuentro sirva para definir acciones concretas que permitan mejorar la situación de los hogares vulnerables en materia de acceso a la energía y reducir la desigualdad social.

Este esfuerzo de diagnóstico y participación ciudadana forma parte de una estrategia más amplia que Zaragoza ha ido implementando en los últimos años para hacer de la ciudad un ejemplo en sostenibilidad y bienestar social.

La experiencia de otras ciudades europeas, como Viena o Copenhague, ha demostrado que la inversión en políticas sociales y energéticas puede tener un impacto positivo en la calidad de vida de sus habitantes y en la lucha contra el cambio climático.

Supuestamente, en el pasado, Zaragoza ya ha dado pasos importantes en proyectos de renovación urbana, movilidad sostenible y promoción de energías renovables, pero la pobreza energética sigue siendo un reto pendiente.

Por ello, la colaboración entre administración, entidades sociales, empresas y ciudadanía resulta fundamental para construir un futuro más justo y sostenible para todos los zaragozanos.