El Ayuntamiento de Zaragoza finaliza la primera fase de un canal perimetral que reforzará la protección contra tormentas intensas en el barrio de Parque Venecia, con una inversión de más de 1 millón de euros. Los trabajos buscan reducir el riesgo de inundaciones y mejorar la seguridad de la zona ante eventos meteorológicos extremos.
El Ayuntamiento de Zaragoza se encuentra en la recta final de las obras del canal perimetral de alivio en el Barranco de la Muerte, ubicado en la parte trasera del CEIP María Zambrano y del Cuartel de la Policía Local en el barrio de Parque Venecia.
Esta infraestructura, que forma parte de un ambicioso plan para aumentar la seguridad en la zona ante tormentas excepcionales, estará completamente finalizada antes de que termine el mes de julio.
La culminación de esta primera fase representa un paso importante en los esfuerzos del consistorio para proteger a los residentes y las infraestructuras del barrio, especialmente tras la tormenta histórica ocurrida el 6 de julio de 2023, que provocó daños considerables en la ciudad.
Supuestamente, esa tormenta fue una de las más intensas en la historia reciente de Zaragoza, causando daños materiales por valor de aproximadamente 2,1 millones de euros, según datos del Ayuntamiento.
De esa cantidad, se reclamaron unos 1,1 millones de euros a través de seguros, pero todavía no se han recibido todos los fondos por parte del gobierno central, que supuestamente sólo ha autorizado ayudas por unos 800.000 euros. La situación ha evidenciado la necesidad de reforzar las infraestructuras urbanas y mejorar los sistemas de drenaje para afrontar eventos climáticos extremos.
Para ello, el consistorio emprendió una serie de acciones preventivas, que incluyen el cambio del tamaño del colector principal que recibe el agua de lluvia, la construcción de un muro de contención en la parte trasera del CEIP María Zambrano, y la instalación de sensores en el cauce del barranco para monitorizar en tiempo real el nivel de agua y evitar el cierre de la línea Z-30 en momentos de lluvias intensas.
La primera fase del proyecto, que consiste en la construcción de un canal perimetral de 2 metros de profundidad, 24 metros de ancho y más de 300 metros de longitud, ha supuesto una inversión municipal de aproximadamente 1,0 millón de euros, equivalente a unos 950.000 euros.
El origen de esta infraestructura se sitúa en la desembocadura del Barranco de la Muerte, en la parte trasera del CEIP María Zambrano. En la zona previa a la entrada del barranco en el canal, se ha duplicado la anchura inferior hasta los 36 metros, permitiendo una mejor evacuación del agua.
Además, en el tramo de conexión entre el barranco y el canal, se ha reforzado el talud del camino para garantizar la estabilidad ante eventos meteorológicos adversos.
Supuestamente, en momentos de lluvias excepcionales, toda el agua que no puede ser absorbida por el colector será desviada por la infraestructura hacia la línea Z-30, línea natural de evacuación, evitando que cause daños directos en zonas habitadas como Parque Venecia, el colegio, el cuartel de La Paz, y las avenidas de la Policía Local y de Tiziano.
La parte final del canal incluye una estructura de amortiguación con un vertedero escalonado que conecta con un colector de 1.8 metros de diámetro, diseñada para minimizar el impacto del agua en las áreas cercanas.
Supuestamente, los servicios municipales activan protocolos para cerrar el tráfico y gestionar la movilidad en caso de lluvias intensas, priorizando la seguridad de los ciudadanos.
De cara al futuro, el Ayuntamiento ha anunciado que en la segunda fase del plan se construirán depósitos de tormenta junto al Cementerio de Torrero y tres nuevos diques de laminación, con un presupuesto estimado en unos 1,4 millones de euros, financiados mediante un convenio con el Gobierno de Aragón.
Estos proyectos, que ya están en proceso administrativo, podrían estar en marcha en 2026.
Por último, se prevé una tercera fase que incluirá la instalación de nuevos diques de laminación aguas arriba en el barranco del Camino de Arráez y la soterración de los colectores para aumentar la capacidad de evacuación del agua en la zona, con una inversión adicional de aproximadamente 1,2 millones de euros.
Todo esto se complementará con un sistema avanzado de sensores y tecnología de inteligencia artificial, gracias a un acuerdo con la multinacional AWS, que invertirá casi 13 millones de euros en Zaragoza.
Este sistema permitirá monitorizar en tiempo real 28 cuencas hidrográficas, haciendo de la ciudad un ejemplo de resiliencia y gestión inteligente frente a eventos climáticos extremos, consolidando su compromiso con el desarrollo sostenible y la innovación en las Smart Cities.