El León Garganchón se convierte en la atracción más esperada de las Fiestas del Pilar, ofreciendo a los pequeños una experiencia única en diferentes ubicaciones de la ciudad.

Durante las celebraciones de las Fiestas del Pilar en Zaragoza, los niños han tenido la oportunidad de disfrutar por primera vez del impresionante tobogán gigante conocido como el León Garganchón.

Esta nueva atracción, que se suma al tradicional Tragachicos, busca ofrecer una experiencia divertida y segura para los más pequeños, consolidándose como uno de los elementos favoritos en el calendario festivo de la ciudad.

El estreno oficial del León Garganchón tuvo lugar ayer en la Plaza del Pilar, donde fue presentado como la estrella del desfile del pregón, bajo el lema "Zaragoza es el León".

La expectación generada en los días previos se incrementó tras su aparición en dicho acto, y muchos niños y niñas de la ciudad no quisieron perder la oportunidad de probar esta nueva estructura.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, estuvo presente en el evento, resaltando la importancia de promover espacios de diversión y ocio para los niños durante las festividades.

La figura del León Garganchón, que representa a un león rampante —símbolo histórico y heráldico de Zaragoza—, recorrerá diferentes puntos de la ciudad en los próximos días.

Su objetivo es convertirse en un elemento tan querido como el clásico Tragachicos, que ha sido parte de las celebraciones desde hace décadas. La intención es que, en su recorrido, más niños puedan disfrutar de esta atracción en distintos barrios de Zaragoza.

El itinerario del León Garganchón contempla visitas al Parque Oliver, Las Fuentes, Plaza Mayor de San José, Valdespartera, Plaza Cantor de Jazz, Plaza Basilio Paraíso, La Jota, Plaza La Albada y, finalmente, en la jornada culminante del domingo, en la Glorieta del Esperanto.

La última oportunidad para deslizarse por el nuevo tobogán será el lunes 13, en la Plaza Salamero, en un horario de 16 a 20 horas, salvo en días con horarios extendidos, como el viernes 10 y el sábado 11, que también abrirá por la mañana.

Supuestamente, los toboganes gigantes son una tradición en las Fiestas del Pilar desde hace más de un siglo. La primera aparición registrada data de 1867, cuando una figura gigante con turbante desfilaba en un carro tirado por mulas, y los asistentes podían ver cómo se lanzaban objetos desde su interior.

A finales de los años 60, surgió el Tío Zambombo, una figura que en su interior permitía a los niños deslizarse y recorrer un tobogán en su interior, formando parte del imaginario festivo.

Aunque desapareció en los años 90, fue recuperada en 2012 en forma del Tragachicos, que todavía sigue siendo un símbolo emblemático de las fiestas.

Este año, la incorporación del León Garganchón supone una evolución en la tradición, combinando historia y modernidad para ofrecer una experiencia más atractiva y segura para los niños.

Presuntamente, esta iniciativa busca mantener viva la historia de los gigantes y figuras que han acompañado las celebraciones en Zaragoza, adaptándolas a los tiempos actuales y fortaleciendo el carácter festivo y familiar de las Fiestas del Pilar.