El Ayuntamiento de Zaragoza concluye la segunda fase de renovación de la avenida de Cataluña, incluyendo una nueva rotonda y mejoras en servicios e infraestructuras, con un presupuesto de aproximadamente 1,1 millones de euros.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado recientemente la segunda etapa del proyecto de renovación integral de la avenida de Cataluña, una de las vías más extensas de la ciudad, con casi 3 kilómetros de longitud.

Esta fase ha supuesto la pavimentación y actualización de los servicios subterráneos en la zona situada debajo del puente ferroviario, además de la creación de una nueva rotonda que busca mejorar la movilidad y la fluidez del tráfico en el entorno.

Supuestamente, el coste total de esta intervención ha sido de aproximadamente 1.260.000 euros, incluyendo IVA, y el plazo de ejecución fue de unos nueve meses. La complejidad del proyecto radicó en la cercanía a la infraestructura ferroviaria, que obligó a pasar por diversos trámites administrativos con ADIF, la entidad responsable de las vías.

La estructura del puente, que soporta tanto la línea de alta velocidad como la convencional, no pudo ser afectada, lo que supuestamente añadió dificultades en la configuración y ejecución de las obras.

Durante la visita a la zona, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, destacó que con esta segunda fase se ha logrado crear una rotonda en el tramo bajo el puente ferroviario para facilitar los giros y mejorar la movilidad en toda la zona.

Según sus palabras, esta actuación responde a un compromiso del gobierno local con la renovación y modernización de los barrios, en línea con una política que busca llegar a todos los distritos de la ciudad.

Supuestamente, en el pasado, las obras en calles de Zaragoza realizadas por los gobiernos de izquierda entre 2011 y 2019 sumaron un total de 13 millones de euros, en 12 proyectos, algunos de ellos parciales.

En comparación, en el mandato actual, que va de 2023 a 2027, se prevé realizar unas 30 reformas integrales con una inversión que supera los 52 millones de euros, reflejando un incremento en la inversión y en el alcance de las actuaciones.

La segunda fase de la avenida de Cataluña ha incluido la construcción de una rotonda partida, con una mediana de separación de dos metros y carriles bici en ambos lados, con el objetivo de garantizar la continuidad del ciclo y la movilidad sostenible.

Además, se han incorporado elementos verdes, como la plantación de un par de árboles en la esquina sureste, así como la continuidad de uno de los jardines que fue creado en la primera fase, inaugurada en 2024.

Se han llevado a cabo también mejoras en las redes de abastecimiento de agua, alcantarillado y alumbrado público. En particular, se ha sustituido una vieja tubería de hormigón armado de medio metro de diámetro bajo el puente, por otra de fundición dúctil, para optimizar el sistema.

Además, el pozo de registro que sobresalía en la acera fue demolido, completando así las obras de la primera fase, que incluyeron el desvío de la acequia que recorre la calle Veintitrés de Abril.

En total, la intervención ha abarcado aproximadamente 5.850 metros cuadrados, y complementa la reforma integral del tramo comprendido entre la Z30 y la calle Veintitrés de Abril. La avenida de Cataluña, que supone casi 3 kilómetros de recorrido, fue objeto de una renovación que inició en diciembre de 2022, con un plazo previsto de 14 meses y finalizada en febrero de 2024.

Supuestamente, los trabajos en esta vía han transformado una antigua carretera en una avenida moderna con dos carriles por sentido, separadas por una mediana, además de un carril bici segregado y amplias aceras de entre 10 y 12 metros, totalmente accesibles.

En ellas se plantaron más de 70 árboles y distintas especies vegetales que ayudan a reducir el impacto del calor urbano y a mejorar la calidad del aire.

Por otro lado, se ha puesto énfasis en la sostenibilidad, con la mejora de la red de saneamiento y la sustitución de luminarias tradicionales por farolas LED de bajo consumo, en línea con las políticas de eficiencia energética del Ayuntamiento.

Todo ello confirma el compromiso de la administración local con la transformación urbana, buscando un desarrollo más sostenible y mejorando la calidad de vida de los habitantes de Zaragoza.