Una exposición en el Centro de Historias rinde homenaje a la figura del científico aragonés y su conexión con la ciudad.

A la edad de 17 años, un joven Santiago Ramón y Cajal llegó a la ciudad de Zaragoza, un momento que marcaría un antes y un después en su vida.

Esta ciudad no solo fue testigo del inicio de sus estudios universitarios, sino que también fue el lugar donde contrajo matrimonio con su amada Silveria Fañanás.

En honor a esta etapa crucial del nobel aragonés, el Centro de Historias alberga la exposición titulada 'Zaragoza, la ciudad de Ramón y Cajal', que estará abierta al público hasta el 18 de mayo.

El propósito de esta muestra es rendir homenaje a la trayectoria excepcional de Cajal y resaltar la relevancia de Zaragoza en el surgimiento de la neurociencia moderna.

La exposición incluye una variedad de documentos significativos que pertenecieron a Cajal, tales como sus matrículas universitarias, que revelan detalles sobre su residencia y sus primeros trabajos científicos.

Estos documentos ofrecen una visión fascinante de la evolución de su pensamiento y su creciente interés en la histología, la rama de la biología que examina la composición y la estructura microscópica de los organismos.

Además de los documentos académicos, la exposición también presenta material más personal, como la copia de su partida de matrimonio con Silveria Fañanás, fechada en 1879. Esta unión fue un pilar fundamental en la vida del afamado científico, y el documento ha sido proporcionado por el Archivo de la Iglesia Parroquial de San Pablo de Zaragoza.

La influencia de Cajal trasciende el ámbito científico, habiendo inspirado también a artistas como Joaquín Sorolla, quien realizó un retrato del científico en 1906, el mismo año en que recibió el prestigioso Premio Nobel de Medicina.

Una reproducción de esta obra, proveniente del Museo de Zaragoza, está expuesta junto a dos bustos originales de Cajal, uno de ellos perteneciente al Museo de Zaragoza y otro a la Diputación Provincial de Zaragoza.

El legado de Santiago Ramón y Cajal se extendió rápidamente entre sus discípulos, como su hermano Ramón, quien continuó explorando la estructura del sistema nervioso en diversas especies, ayudando a universalizar la teoría neuronal.

Jorge Francisco Tello, quien asumió los cargos académicos de Cajal tras su fallecimiento, es conocido por sus investigaciones sobre la regeneración del sistema nervioso.

Otro destacado discípulo, Rafael Lorente de Nó, cuya labor en circuitos neuronales le valió el reconocimiento y una calle a su nombre, también es homenajeado en la exposición.

La conexión entre las investigaciones de Cajal y la neurociencia contemporánea se ilustra a través de un casco de mediciones neurológicas, proporcionado temporalmente por la empresa zaragozana Bitbrain, líder en neurotecnología avanzada.

Asimismo, se exhibe una reproducción en metacrilato del 'Árbol del Paraíso', el emblemático árbol de Navidad que se instala anualmente en la plaza Basilio Paraíso, muy cerca del busto de Cajal que da inicio a la Gran Vía que lleva su nombre.

Esta pieza representa la estructura de las neuronas, rindiendo tributo a la contribución científica de Cajal.

La exposición también contará con visitas guiadas teatralizadas.

Los centros educativos pueden solicitar visitas matinales, donde Santiago Ramón y Cajal narrará su vida en la ciudad.

Además, los martes habrá dos sesiones, a las 18:30 y a las 19:30 horas, en las que Silveria Fañanás tomará el relevo para dirigirse al público general.