México impulsa su avance tecnológico con la creación de una supercomputadora de última generación
México Tecnología 26 November, 2025

México impulsa su avance tecnológico con la creación de una supercomputadora de última generación

El gobierno mexicano anunció la inversión de aproximadamente 270 millones de euros para desarrollar la supercomputadora más potente de América Latina, que permitirá potenciar la inteligencia artificial y mejorar la gestión pública y económica del país.

En un anuncio que marca un hito en el ámbito tecnológico de México, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó la creación de 'Coatlicue', una supercomputadora que se convertirá en la más poderosa de América Latina.

Con una inversión pública estimada en aproximadamente 270 millones de euros (equivalente a 6 mil millones de pesos mexicanos), esta infraestructura tecnológica busca posicionar a #México a la vanguardia en procesamiento de datos y aplicación de inteligencia artificial.

Según la información oficial, la construcción de Coatlicue comenzará en enero de 2026 y tendrá una duración de 24 meses, por lo que se espera que esté operativa a partir de 2028.

Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos del gobierno mexicano a través de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), con el objetivo de fortalecer las capacidades nacionales en investigación, desarrollo y aplicación de tecnologías avanzadas.

Supuestamente, la inversión de 270 millones de euros permitirá que México supere en potencia a otros países de la región, ya que Coatlicue tendrá una capacidad de procesamiento de 14,480 GPU, logrando realizar 314 mil billones de operaciones por segundo.

Esto la hace siete veces más potente que la supercomputadora más grande de Sudamérica, ubicada en Brasil. La supercomputadora será gestionada por un equipo de expertos mexicanos formados en centros de excelencia internacionales, incluyendo el Centro de Supercómputo de Barcelona, y contará con el apoyo técnico del Centro para el Desarrollo de Cómputo Avanzado de la India.

Uno de los principales beneficios de Coatlicue será su capacidad para ofrecer soluciones a problemas públicos complejos, como predicciones meteorológicas y de desastres naturales, planificación agrícola, exploración de recursos energéticos y gestión eficiente del consumo de electricidad.

Además, permitirá procesar grandes volúmenes de datos aduaneros y fiscales para prevenir actos de corrupción y evasión fiscal, contribuyendo así a la transparencia y la justicia social.

Esta supercomputadora también impulsará la #innovación en sectores estratégicos

Supuestamente, esta supercomputadora también impulsará la innovación en sectores estratégicos, apoyando proyectos emprendedores y fortaleciendo la investigación científica en áreas como salud, energía y movilidad.

La estrategia de colaboración involucra instituciones educativas y centros de investigación de toda la nación, promoviendo un ecosistema de innovación abierto y colaborativo.

El proyecto forma parte de una visión más amplia de México para integrar la #inteligencia artificial en su desarrollo económico y social, en línea con las tendencias globales.

La creación de Coatlicue representa un paso decisivo para que el país pueda competir en la economía digital, aprovechar los beneficios de la transformación tecnológica y fortalecer su soberanía tecnológica.

Finalmente, la secretaria Rosaura Ruiz Gutiérrez afirmó que Coatlicue se integrará en el Clúster Nacional de Supercómputo, coordinado por varias instituciones públicas y privadas, garantizando una gestión transparente y eficiente.

La iniciativa también contempla la creación de un consejo directivo encargado de definir las políticas de uso y mantenimiento, asegurando que los beneficios de esta infraestructura sean accesibles para diversos sectores de la sociedad.

En conclusión, la apuesta de México por una supercomputadora de alta capacidad no solo refleja su compromiso con la innovación y la ciencia, sino que también busca transformar la forma en que el Estado y la iniciativa privada enfrentan los desafíos del siglo XXI, consolidando su presencia en el mapa de las naciones tecnológicamente avanzadas.

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