Vancouver prepara la instalación de cámaras temporales para la Copa del Mundo 2026
La ciudad de Vancouver implementará cientos de cámaras de vigilancia temporales antes de la Copa Mundial de la FIFA 2026, argumentando que son para garantizar la seguridad pública, aunque expertos en privacidad expresan preocupación por los posibles impactos en la protección de datos y la vigilancia policial.
Vancouver está en proceso de instalar cientos de cámaras de #vigilancia temporales en preparación para la celebración de la Copa Mundial de la FIFA 2026, evento que atraerá a cientos de miles de visitantes y que, sin duda, pondrá a prueba las medidas de seguridad de la ciudad.
Según informaron las autoridades locales, la iniciativa busca mejorar la #seguridad pública durante las semanas en que Liverpool acogerá los partidos del torneo, que se disputará del 8 de junio al 19 de julio de 2026.
La medida forma parte del plan de preparación que incluye además cambios en normativas municipales y restricciones en el espacio público para garantizar el orden durante el evento.
Aproximadamente 200 cámaras serán instaladas en áreas estratégicas como el entorno del estadio BC Place, las zonas de los festivales y los puntos de entrenamiento de los equipos.
Las autoridades aseguran que estas cámaras serán de carácter temporal y que su funcionamiento será supervisado estrictamente para proteger la #privacidad de los ciudadanos.
Para ello, #Vancouver ha implementado un período de pruebas en el que las imágenes capturadas serán revistas y, en caso de grabaciones, tendrán un sistema de anonimización que difuminará las caras y otras informaciones sensibles.
La instalación de las cámaras busca cumplir con los requisitos de la FIFA, que exige medidas de seguridad reforzadas en las áreas donde el flujo de turistas y participantes será mayor.
El Comité Organizador de Vancouver ha aclarado que el acceso a las grabaciones será restringido y que el personal autorizado será responsable de gestionar los datos de acuerdo con la legislación local, que establece límites claros para el almacenamiento y distribución de la información.
Solo personal certificado tendrá acceso a las grabaciones, las cuales serán almacenadas en servidores ubicados en Canadá, siguiendo las leyes provinciales de protección de datos.
Estas medidas de vigilancia se suman a una historia de acciones similares en Vancouver
Estas medidas de vigilancia se suman a una historia de acciones similares en Vancouver, donde en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010 se instalaron cerca de mil cámaras con fines de seguridad, muchas de las cuales aún están inactivas.
La expansión del uso de tecnologías de vigilancia en eventos masivos no es exclusiva de Vancouver; ciudades como Londres en los Juegos Olímpicos de 2012 y París en los Juegos Olímpicos de 2024 también aumentaron significativamente sus sistemas de CCTV.
Sin embargo, muchos expertos en derechos civiles y privacidad advierten sobre los riesgos asociados a la “expansión de la vigilancia”, especialmente en contextos donde las herramientas implementadas podrían quedar en uso más allá del evento, afectando la libertad y la privacidad de los habitantes.
La activista Aislin Jackson, de la Asociación de Libertades Civiles de Columbia Británica, expresó que la transferencia de datos fuera de Canadá o su uso indebido puede tener consecuencias graves y que la legislación local debe ser la principal guía para garantizar una vigilancia respetuosa con los derechos.
Además, la normativa temporal que acompaña la instalación de las cámaras incluye restricciones en otras áreas urbanas, como la venta ambulante y la publicidad en las calles, buscando evitar desórdenes y mantener un ambiente ordenado durante la competencia.
La vigencia de estas medidas será desde mediados de mayo hasta finales de julio de 2026.
Históricamente, Vancouver y otras ciudades han recurrido a reforzar su seguridad en eventos de gran escala; no obstante, la tendencia hacia una vigilancia masiva ha despertado inquietudes entre la población y los defensores de la privacidad.
El debate continúa acerca de cuándo y cómo estas herramientas contribuyen a la protección ciudadana sin sacrificar libertades fundamentales. La promesa de que todas las cámaras serán retiradas tras la culminación del torneo busca tranquilizar a los ciudadanos, pero la discusión sobre los límites de la vigilancia en espacios públicos permanece abierta.
La instalación de estos dispositivos en Vancouver evidencia la crescente preocupación global por equilibrar seguridad y privacidad en la era moderna.