Euskadi refuerza su apoyo a los derechos humanos y homenajea a Francesca Albanese con el Premio René Cassin 2025

En una ceremonia celebrada en Bilbao, la Consejera de Justicia y Derechos Humanos del País Vasco, María Jesús San José, reafirmó el compromiso del Gobierno Vasco con la defensa y promoción de los #derechos humanos en todo el mundo.

San José destacó que, aunque la lucha por la dignidad humana implica esfuerzos constantes y, en ocasiones, incómodos, es una tarea ineludible y fundamental para garantizar sociedades justas y libres.

Durante el acto, que tuvo lugar en la sede de la Alhóndiga, se entregó el Premio René Cassin 2025 a Francesca Albanese, una destacada relatora especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, en reconocimiento a su labor incansable por documentar vulneraciones, denunciar la impunidad y promover el respeto al Derecho Internacional Humanitario.

Albanese, que ha ejercido durante dos mandatos consecutivos en esta posición inigualable en la historia de la ONU, no pudo asistir en persona debido a compromisos previos, por lo que la entrega la realizaron miembros del jurado, encabezados por Arritxu Marañón, vicepresidenta de Derechos Humanos del Gobierno Vasco.

Este reconocimiento coincide con el centenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada en 1948, un documento que desde su creación ha sido considerado el pacto ético más ambicioso y universal de la historia moderna.

La declaración, que en su día fue un hito en la historia de los derechos humanos, sigue siendo un pilar fundamental para la protección de las libertades y dignidad de todas las personas, independientemente de su origen, religión o condición social.

Durante su intervención, la consejera San José alabó la valentía, rigor y ética de Albanese, cualidades que la convierten en un ejemplo a seguir para quienes trabajan en la defensa de los derechos humanos.

La funcionaria también resaltó la importancia de visibilizar y dar voz a las víctimas de conflictos armados, desplazamientos forzosos, menores sin acceso a educación y comunidades vulnerables que enfrentan violencia cotidiana en distintas partes del mundo.

San José también reflexionó sobre la situación actual global, marcada por crisis climáticas, económicas, energéticas y geopolíticas que afectan a todas las sociedades.

Subrayó que, aunque ninguna región está exenta, hay una vulnerabilidad desproporcionada en zonas en conflicto como Ucrania, Sudán y Palestina, donde los ataques a civiles y las violaciones del derecho internacional persisten.

En estos contextos, la paz con justicia, basada en el respeto al Derecho Internacional y en la lucha contra la impunidad, aparece como la única vía para lograr soluciones duraderas.

El acto sirvió además para recordar que los derechos no son meramente recomendaciones, sino obligaciones jurídicas y éticas esenciales para garantizar una convivencia pacífica y respetuosa.

San José hizo hincapié en que los derechos humanos deben ser defendidos día a día

San José hizo hincapié en que los derechos humanos deben ser defendidos día a día, y que la indiferencia representa un peligro para la democracia. La memoria histórica, la responsabilidad social y el fortalecimiento de las instituciones públicas son herramientas clave para promover estos valores.

El Premio René Cassin, que lleva el nombre del jurista francés que fue una de las principales influencias en la redacción de la Declaración Universal, fue creado en 2003 con la finalidad de reconocer a personas y organizaciones que destacan por su compromiso en la defensa de los derechos humanos.

A lo largo de sus ediciones, ha distinguido a entidades como la UNRWA, la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte y personalidades como Federico Mayor Zaragoza y Dora María Télez.

Finalmente, San José expresó que la entrega del galardón a Albanese no solo es un reconocimiento a su trabajo, sino también un recordatorio colectivo de que la defensa de los derechos humanos requiere la participación activa y constante de toda la sociedad.

Afirmó que el compromiso con estos valores debe ser permanente y que el trabajo conjunto es imprescindible para construir un mundo más justo, humano y libre.

La consejera concluyó destacando que este premio reafirma la determinación del Gobierno Vasco de mantener una mirada internacional y una postura firme en la promoción y protección de los derechos universales en un contexto global cada vez más complejo.