La crisis en el costo de los alimentos impacta a los consumidores en Europa
La mayoría de los compradores en Europa están enfrentando dificultades para pagar sus compras de alimentos debido a la escalada de precios en los supermercados, según un estudio reciente. La inflación y el aumento en los costos de producción están obligando a los consumidores a buscar estrategias para mantener sus presupuestos.
En los últimos años, la #inflación y el incremento en los precios de los alimentos básicos han provocado que más de dos tercios de los consumidores en Europa expresen dificultades para cubrir sus gastos en alimentación.
Según un estudio realizado por la consultora económica EuroConsumer, alrededor del 68% de los compradores encuestados afirmó que está luchando por mantener su presupuesto de compras en los supermercados, una tendencia que se ha mantenido estable en los últimos cuatro años.
Supuestamente, esta situación se ha visto agravada por el aumento en los costos de producción y distribución, que han subido aproximadamente un 15% en euros en comparación con el año anterior.
Por ejemplo, el precio de la leche en algunos países europeos ha alcanzado los 1,20 euros por litro, cuando hace un año costaba alrededor de 1,00 euro.
La carne, las frutas y verduras también han experimentado incrementos significativos, presuntamente en torno al 12-20% en los últimos meses.
Los consumidores, ante este escenario, han comenzado a adoptar diversas estrategias para estirar su dinero. La mayoría, aproximadamente el 55%, afirma que basa sus compras en promociones y descuentos específicos, mientras que casi el 70% confía en las tarjetas de fidelidad y en las cuponeras digitales para obtener mejores precios.
Además, un 38% está dispuesto a probar marcas blancas o genéricas si estas ofrecen promociones o precios más bajos.
Y un 45% ha disminuido su #consumo de ropa y salidas a restaurantes
Presuntamente, los hogares están también reduciendo gastos en otras áreas para poder costear la alimentación. El 75% de los encuestados admitió que ha recortado gastos en entretenimiento, como cines, conciertos y eventos culturales. Asimismo, un 46% ha postergado o cancelado viajes, y un 45% ha disminuido su consumo de ropa y salidas a restaurantes.
Supuestamente, esta tendencia ha generado un aumento en la confianza hacia los pequeños comercios locales, considerados por los consumidores como más justos en sus precios y más atentos a las necesidades de la comunidad.
La asociación de minoristas independientes, EuroGrocers, afirma que estas tiendas, en su mayoría familiares y de gestión comunitaria, mantienen una relación de confianza con sus clientes, quienes perciben que ofrecen un trato más cercano y precios más competitivos en comparación con las cadenas multinacionales.
La crisis en el costo de los alimentos también ha puesto en evidencia la desigualdad en la capacidad de compra en diferentes regiones de Europa. En países del este y sur del continente, el impacto se nota aún más, con algunos hogares destinando más del 20% de sus ingresos mensuales a la compra de alimentos, una proporción que presuntamente supera la media europea de alrededor del 15%.
Estas dificultades han motivado que las autoridades y organizaciones de consumidores pidan mayor transparencia en los precios y la implementación de medidas que protejan a las familias más vulnerables.
En conclusión, la escalada de precios en los #supermercados continúa siendo un desafío importante para los consumidores europeos, quienes buscan soluciones para equilibrar sus presupuestos sin sacrificar una alimentación adecuada.
La tendencia parece indicar que, si bien las estrategias de ahorro ayudan, la situación requiere de políticas públicas y acciones coordinadas para frenar la inflación y garantizar el acceso a alimentos asequibles para todos.
