Los Pumas muestran crecimiento y desafíos en su debut ante Inglaterra en Twickenham

El enfrentamiento entre #Los Pumas e #Inglaterra en el histórico estadio de #Twickenham fue mucho más que un simple resultado deportivo; sirvió para mostrar el estado actual del #rugby argentino y sus posibles proyecciones a futuro.

La ajustada derrota de 23 a 27 puntos para el equipo argentino evidenció tanto los avances como las áreas a mejorar en su juego.

Este partido fue un reflejo de un equipo en proceso de crecimiento y adaptación. En la historia, Argentina ha tenido altibajos en su rendimiento frente a equipos de élite, pero en los últimos años ha sabido consolidar un estilo de juego que mezcla precisión, garra y estrategia.

El seleccionado dirigido por Felipe Contepomi firmó una actuación que, aunque dejó algunos errores en defensa y en las fases cercanas al ingoal rival, también mostró progresos significativos respecto a encuentros anteriores.

Detrás de la derrota, existe un aprendizaje que es fundamental para la preparación del equipo en sus próximos compromisos, principalmente en vistas del Mundial de Australia 2027.

La meta de Argentina es no solo competir, sino también consolidar un esquema de juego que les permita mantener la tenacidad y la efectividad en momentos cruciales.

El partido en Londres estuvo marcado por un inicio con dificultades, en el que Los Pumas no lograron la eficacia necesaria en zona de definición. La primera parte fue un recordatorio de los errores tradicionales: desconexiones en el contacto, scrum que perdió metros y una ofensiva que no logró traducir en puntos las oportunidades generadas.

Inglaterra, por su parte, aprovechó su experiencia y la lucidez de jugadores como George Ford para mantener una ventaja de 17-16 al descanso.

Sin embargo, la segunda mitad presentó una cara diferente. Tras el descanso, Argentina ajustó su estrategia, con cambios en el pack y mayor claridad en el manejo del balón. El ingreso de jugadores como Pablo Matera y Joaquín Oviedo aportó solidez en la tercera línea, mientras que Tomás Rapetti tuvo un papel destacado en la ofensiva.

La pasión y la determinación con la que Los Pumas afrontaron el segundo tiempo se tradujo en un mejor rendimiento y en que el equipo se animara a buscar el triunfo con mayor pragmatismo

La pasión y la determinación con la que Los Pumas afrontaron el segundo tiempo se tradujo en un mejor rendimiento y en que el equipo se animara a buscar el triunfo con mayor pragmatismo.

El try de Rodrigo Isgró, apoyado tras una serie de fases largas, fue un ejemplo de esa mejoría. A partir de esa jugada, Los Pumas parecieron tener el control del juego, arrastrando a Inglaterra a su propio campo y manteniendo la intensidad. La resistencia del equipo argentino en momentos claves fue notable, a pesar de la distancia en el marcador, y reflejó la garra de un plantel que busca cimentar su identidad en base a la perseverancia.

Este encuentro también dejó en evidencia el valor del trabajo en equipo y la necesidad de mejorar ciertos aspectos defensivos y en las fases cercanas al ingoal adversario.

La experiencia de partidos anteriores, como el de hace una semana en Twickenham, permitió al cuerpo técnico de Contepomi analizar y ajustar su estrategia, siempre con la vista puesta en los próximos desafíos.

Argentina encara todo 2026 para seguir perfeccionando su juego y fortalecer sus actuaciones internacionales. La próxima fase será crucial para definir su desarrollo y asegurarse un lugar de privilegio en el Mundial de Australia, donde buscarán confirmar su crecimiento y potencial.

La expectativa es alta: si continúan con el mismo espíritu y trabajo, podrán competir de tú a tú con las mejores selecciones del mundo en 2027, cuando Puerto y Buenos Aires habrán sido testigos del avance constante del rugby argentino en el escenario global.