Valentín Barco es uno de los talentos argentinos que ha ido ganando terreno en el #fútbol europeo. Tras superar la fase de adaptación en Brighton, el Colo se consolidó en #Racing de Estrasburgo y se convirtió en un habitual del once de un equipo que pelea por posiciones de mitad de tabla y que, a la vez, le ha abierto las puertas a su proyección internacional.
Sus actuaciones han acercado su nombre a la lista de candidatos de la #Selección Argentina para el Mundial 2026, un objetivo que el propio Barco ha mostrado mantener gracias al trabajo continuo y a la constancia en el próximo ciclo de centrocampista y atacante del conjunto albiceleste.
En este receso de fin de año, Barco decidió mirar hacia atrás para recordar su controvertida salida de Boca, ocurrida a principios de 2024, y su satisfacción por el presente en tierras europeas.
En Boca Juniors, Barco emergió como una de las piezas destacadas del equipo que disputó la Libertadores 2023, donde el conjunto dirigido por Jorge Almirón logró avanzar a la final ante Fluminense y dejó una imagen de intensidad y progreso para el joven delantero que brillaba a un ritmo distinto.
Aunque la final no terminó con el resultado esperado para el club de La Boca, el rendimiento mostrado había conocido una subida notable y el futbolista mostró destellos de su talento durante las fases decisivas, especialmente en las semifinales contra Palmeiras y en la vuelta disputada en Brasil, que quedaron grabados en la memoria de la afición y la prensa.
El salto a Europa llegó en el mercado de enero de 2024, cuando Barco fue transferido al #Brighton de la Premier League. En ese traslado, no faltaron las palabras de reconocimiento y crítica que suelen rodear a las salidas de las jóvenes promesas de Boca, y la dirección del club en su momento tuvo que enfrentar el notable interés mediático.
En aquellos días, las declaraciones de la estructura deportiva sobre la salida y el rendimiento del futbolista generaron debate; Barco, por su parte, dejó claro que aspiraba a crecimiento y que su decisión de irse se enmarcaba en un proyecto personal y profesional más amplio.
En los meses siguientes, el argentino aceptó la realidad de la competencia en Europa y trabajó para hacerse con minutos y confianza.
Casi dos años después, Barco ha encontrado continuidad en Estrasburgo, donde se ha ganado un lugar en el once y ha mostrado la versatilidad que lo ha caracterizado desde sus inicios en Argentina.
Figura con seriedad entre las opciones de Scaloni para el Mundial 2026
Sus buenas actuaciones le han permitido entrar en la órbita de la Selección y, si mantiene línea ascendente, figura con seriedad entre las opciones de Scaloni para el Mundial 2026.
Al analizar su trayectoria, se observa un patrón compartido por otros jóvenes argentinos que han seguido su camino hacia ligas competitivas: superar la prueba de adaptación, aprovechar la exposición en competiciones europeas y construir un perfil que combine talento técnico, compromiso y mentalidad de alto rendimiento.
En el panorama actual, el fútbol argentino observa con atención el crecimiento de Barco, consciente de que cada paso en Europa puede acercarlo a una oportunidad en la selección que disputará el próximo mundial.
En Boca, la historia de Barco se inscribe entre las ventas que han permitido al club financiar su proyecto deportivo, y su caso se estudia como un ejemplo de la dinámica de salida de jóvenes talentos hacia el fútbol continental, con la esperanza de que su desarrollo continúe aportando valor a la Albiceleste en el corto y mediano plazo.
