Secret Santa en la Fórmula 1: regalos, bromas y guiños entre pilotos durante la Navidad
Crónica de la tradición Secret Santa en la Fórmula 1, con intervenciones de Franco Colapinto y otros pilotos, regalos sorprendentes y detalles que muestran la camaradería en el paddock, con datos históricos y estimaciones de precios en euros.
La #Navidad llega a la #Fórmula 1 con una de las tradiciones más esperadas del paddock: Secret Santa, el juego del amigo invisible que organiza la categoría desde 2017.
Este año, con #Franco Colapinto repitiendo como participante activo, los regalos combinaron humor, guiños personales y detalles que solo los #pilotos entienden.
En cada edición, los mensajes entre compañeros se vuelven tan jugosos como las risas que provocan las sorpresas.
Entre los protagonistas, Colapinto volvió a protagonizar el título de la jornada: durante el Gran Premio de Brasil sacó el nombre de Oliver Bearman, y fue #Bearman quien recibió el regalo en Abu Dhabi.
La propia Bearman no tardó en confirmar la camaradería: el obsequio fue una camiseta negra con un oso, referencia al apellido de Bearman, rematada con un toque de color argentino.
Una señal de cómo la relación entre pilotos se forja fuera de la pista, en un tono distendido y con guiños de origen.
¿Y qué recibió Colapinto este año? Un Funko Pop del piloto japonés Yuki Tsunoda, quien ya no formará parte de la parrilla en 2026 al ser reemplazado por Isack Hadjar en Red Bull.
El joven piloto de Pilar, Fernández de Argentina, dejó claro su entusiasmo: “Me encantaría tener uno de estos… mío, claro”. Este guiño recuerda que, más allá de las carreras, la Red Bull de la primera fila puede madrugar con sonrisas y objetos coleccionables.
El contexto de la edición anterior también suma valor: Colapinto había recibido de Carlos Sainz plastilina y un rompecabezas del piloto español, y el argentino, a modo de broma, construyó un coche de Fórmula 1 con los colores de Argentina y dejó la plastilina roja, alusión explícita al color de Ferrari.
Son historias que muestran cómo el ingenio va de la mano con el humor en un deporte donde las tensiones en la pista no deben contaminar lazos entre compañeros.
Entre los regalos más originales, Nico #Hülkenberg sorprendió a Fernando Alonso con un bastón, una broma que encaja con la veteranía de Alonso a sus 44 años y la imagen de quien podría necesitar apoyo para seguir adelante en un calendario cada vez más denso.
Otros presentes dejaron huellas más sutiles: George Russell regaló a Hulkenberg una camiseta de la selección alemana con el número 63 y el apodo Hulk; Kimi Antonelli recibió un bolso con artículos para jugar al pádel, un guiño a los pasatiempos de algunos en el paddock.
Dejando claro que hasta la cocina tiene cabida en la conversación entre pilotos
El japonés Tsunoda recibió un juego de ping pong por parte de Gabriel Bortoleto; Charles Leclerc recibió de Pierre Gasly un libro titulado “¿Cómo ser un buen esposo?” en alusión a su compromiso reciente, y Esteban Ocon respondió con un libro de cocina francesa para el propio Bortoleto, dejando claro que hasta la cocina tiene cabida en la conversación entre pilotos.
Alonso, por su parte, regaló a Alex Albon un tomo de cocina española, mientras que Gasly, con rapidez, dejó a Leclerc un título sobre relaciones y convivencia.
Entre los momentos de humor, también hubo gestos entre compañeros de equipo: el único intercambio dentro del mismo equipo tuvo a Liam Lawson recibiendo un reloj despertador de parte de Franco Colapinto, y el francés Isack Hadjar fue el destinatario del secreto de Carlos Sainz, quien comentó que el paquete era demasiado pequeño, encontrando una vincha y dos muñequeras con la bandera española al abrirlo.
La recopilación de estos regalos revela una faceta poco visible del mundo de la Fórmula 1: la camaradería y la creatividad que surgen cuando no hay puntos, solo risas y cierta nostalgia por las celebraciones de fin de año.
En la práctica, #Secret Santa funciona como una válvula de escape para la presión diaria de la competición, recordando que, más allá de las evoluciones técnicas y las estrategias de carrera, el paddock también sabe disfrutar de la ironía, del detalle y de la sorpresa.
Datos históricos y precios orientativos (aproximados, en euros): un Funko Pop suele costar entre 15 y 25 €, una camiseta oficial entre 25 y 60 €, un juego de ping pong about 15–25 €, un bastón decorativo 30–50 €, una galletita Tim Tam o similar alrededor de 2–3 €, y un libro de cocina entre 10 y 25 € dependiendo de la edición.
Estos rangos ayudan a entender las dimensiones de los presentes sin desvirtuar la esencia lúdica de Secret Santa.