Castilla y León invierte millones en modernizar el regadío del Bajo Carrión para reducir costes y ahorrar agua
La Junta de Castilla y León avanza en un proyecto de modernización de regadíos que incluye una inversión de aproximadamente 30 millones de euros para mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sector agrícola en la región.
La Junta de #Castilla y León continúa avanzando en la #modernización de los sistemas de riego en la región, con una inversión que supera los 30 millones de euros, aproximadamente 28 millones de euros según el cambio de divisa, destinados a mejorar la eficiencia y sostenibilidad en las zonas agrícolas del Bajo Carrión y otras áreas.
El proyecto principal, que afecta a unas 2.300 hectáreas en municipios como Carrión de los Condes, Villoldo, Lomas de Campos y Revenga de Campos, tiene como objetivo transformar un sistema de riego basado en acequias y gravedad en uno de presión a demanda, controlado digitalmente y con gestión telemática.
La obra, que se encuentra en un estado de ejecución del 42 %, incluye la construcción de una balsa de regulación y la instalación de una planta fotovoltaica integrada a la infraestructura para garantizar energías renovables y reducir costes operativos.
Según la representante de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, ya se han certificado inversiones por valor de más de 30 millones de euros, que equivaldrían a unos 28 millones de euros en moneda europea.
La obra también contempla la captación y conducción del agua, además de la dotación de sistemas de control y limpieza automatizados.
Se espera que esta primera fase finalice en marzo de 2027, justo antes del inicio de la campaña de riego de ese año. La segunda fase dependerá de la aportación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), que aún no ha confirmado la financiación para las 4.300 hectáreas pendientes en toda la zona del Bajo Carrión. La intención del Gobierno regional es ampliar el proyecto para cubrir un total de 6.600 hectáreas, optimizando así el uso del recurso hídrico y reduciendo el consumo en un 20-25 %.
Esta modernización no solo busca mejorar la eficiencia del agua, sino que también tiene un impacto positivo en los costes de producción agrícola, que en las zonas no modernizadas pueden ser hasta un 30 % más elevados.
La inversión en infraestructuras de riego en Castilla y León ha alcanzado los 330 millones de euros en los últimos años
La inversión en infraestructuras de riego en Castilla y León ha alcanzado los 330 millones de euros en los últimos años, con actuaciones en más de 30.000 hectáreas durante el presente mandato.
El sistema de regadío tradicional, basado en métodos de gravedad, resulta cada vez menos sostenible ante la creciente demanda de #agua para consumo humano y agrícola.
La presurización digital y la gestión automatizada permiten un uso más racional del recurso, además de reducir la dependencia energética, ya que la infraestructura aprovecha la orografía natural para mantener la presión necesaria.
En la provincia de Palencia, con alrededor de 85.000 hectáreas de regadío y 14.000 ya modernizadas, las inversiones han permitido transformar sectores como el IV Cea-Carrión, donde se han instalado paneles fotovoltaicos en presas como las de Becerril del Carpio y Soto de Cerrato.
La región planea seguir ampliando estas mejoras en otras zonas, incluyendo los sectores Pisuerga, Carrión-Saldaña y Palenzuela, que suman más de 10.000 hectáreas en diferentes fases de ejecución.
Presuntamente, la regulación de los recursos hídricos en la cuenca del río Carrión resulta insuficiente para atender la demanda de agua de una población de aproximadamente 370.000 habitantes y para mantener los caudales ecológicos necesarios. Por ello, la Junta insiste en la ejecución de proyectos previstos en el Plan Hidrológico de Cuenca, como la construcción de nuevas presas, que mejorarían tanto el abastecimiento como la superficie regable.
Supuestamente, las medidas de regulación y modernización del regadío en Castilla y León representan una estrategia clave para afrontar los retos demográficos y económicos, fomentando el cultivo de productos más rentables y fortaleciendo la industria agroalimentaria regional.
La apuesta por energías renovables y tecnologías digitales en el sector agrícola convierte a la región en un referente en sostenibilidad y eficiencia en el uso del agua.