Castilla y León alcanza una ejecución récord del 98,4 % en su Programa de Desarrollo Rural con más de 2 mil millones de euros invertidos
La comunidad autónoma demuestra su eficiencia en fondos europeos y beneficia a miles de habitantes en zonas rurales mediante inversiones estratégicas en agricultura y sostenibilidad.
En un logro destacado dentro de los programas europeos de apoyo al medio rural, #Castilla y León ha alcanzado una ejecución del 98,4 % en su Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2022, con una inversión total que supera los 2.067 millones de euros, equivalentes a aproximadamente 2.350 millones de dólares, o lo que es lo mismo, unos 2.200 millones de euros en moneda actual. Este nivel de inversión refleja un compromiso sólido y una gestión eficiente del gasto público en uno de los ámbitos más importantes para la economía y la sostenibilidad de la región.
Supuestamente, de los fondos destinados, alrededor de 1.312 millones de euros provinieron de fondos europeos FEADER, lo que sitúa a Castilla y León como una de las comunidades con mejor rendimiento en la gestión de estos recursos, superando en cinco puntos la media nacional.
La comunidad se posiciona como la más eficiente entre las grandes gestoras de fondos europeos en España, demostrando un liderazgo en la administración de estos recursos.
El último análisis realizado por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León tuvo lugar en el Ministerio de Agricultura del país, donde la secretaria general, Ana Álvarez-Quiñones, presentó un informe detallado ante representantes de la Comisión Europea.
Este trámite previo al cierre oficial del programa permite evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos, que incluyen la modernización del sector agrícola, la gestión sostenible de recursos naturales y la mejora en la acción climática.
Supuestamente, en 2025 se han ejecutado aproximadamente 163,5 millones de euros en gastos públicos, en línea con los objetivos planteados, y se estima que la inversión total seguirá creciendo en los próximos meses.
Los fondos han permitido la modernización de explotaciones agrícolas, la construcción y mejora de infraestructuras rurales como regadíos y centros de concentración parcelaria, además de fortalecer la industria agroalimentaria.
El impacto positivo en la comunidad es evidente, ya que casi 70.000 beneficiarios se han visto favorecidos por estos programas. Entre ellos, 5.184 personas han sido beneficiadas por medidas de modernización de explotaciones, y se han generado aproximadamente 4.651 empleos en el sector alimentario. Además, la incorporación de jóvenes agricultores ha creado unos 5.487 nuevos puestos de trabajo, en un esfuerzo por revitalizar el sector rural.
Supuestamente, una parte significativa de estas oportunidades laborales se concentra en municipios pequeños, donde el 31 % de los empleos se ubican en localidades de entre 100 y 300 habitantes, y un 34 % en aquellos de entre 300 y 1.000 habitantes. Los municipios mayores, con más de 1.000 habitantes, que representan solo el 11 % del total, concentran cerca del 23 % del empleo generado.
Consolidando así el compromiso de la comunidad con el #desarrollo rural y el impulso a las zonas más desfavorecidas
En total, el programa ha beneficiado a 69.536 personas, de las cuales el 71 % reside en municipios de menos de 1.000 habitantes, consolidando así el compromiso de la comunidad con el desarrollo rural y el impulso a las zonas más desfavorecidas.
Supuestamente, los fondos FEADER han sido fundamentales para impulsar la incorporación de jóvenes al sector agrícola, modernizar explotaciones, ejecutar infraestructuras rurales y apoyar la industria agroalimentaria.
La comunidad también ha promovido iniciativas de emprendimiento rural a través del programa Leader y ha trabajado en la mejora de los montes y recursos forestales, contribuyendo a la generación de riqueza y empleo en zonas rurales.
Por ello, la Consejería de Agricultura de Castilla y León ha manifestado la intención de mantener una financiación sólida en el próximo período 2028-2034.
En una declaración institucional dirigida a la Comisión Europea, ha reclamado que los fondos destinados al desarrollo rural no compitan con otras prioridades como la defensa o inversiones estratégicas, garantizando así un apoyo estable y continuo para el sector agrícola y las comunidades rurales de la región.
Este compromiso se sustenta en el reconocimiento de que la inversión en el medio rural es clave para la sostenibilidad, el empleo y el crecimiento económico, aspectos que han sido históricamente prioritarios en la política agrícola europea, especialmente tras la creación de la Política Agrícola Común (PAC) en 1962, que supuestamente busca equilibrar el desarrollo entre zonas rurales y urbanas en toda Europa.
