Descubren un valioso conjunto de armaduras del siglo XVI en un palacio de Castilla y León
Un hallazgo arqueológico en Peñaranda de Duero revela una colección de armaduras del siglo XVI, con un gran valor histórico y cultural, y su proceso de restauración ya está en marcha.
En un descubrimiento sorprendente, la Junta de #Castilla y León ha anunciado el hallazgo de un conjunto significativo de #armaduras del #siglo XVI en el Palacio de Avellaneda, ubicado en la localidad de Peñaranda de Duero, Burgos.
El hallazgo tuvo lugar durante los trabajos arqueológicos realizados en el marco de la transformación del palacio en un hotel termal, una iniciativa que pretende potenciar el turismo cultural en la región y que, supuestamente, forma parte de un proyecto de recuperación del patrimonio histórico.
La noticia fue presentada hoy en la Feria AR-PA Turismo Cultural, que se celebra hasta mañana en Valladolid, en paralelo con la Feria Internacional de Turismo de Interior, INTUR.
La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, explicó que durante una exploración en la zona sur del palacio se descubrió un pozo relleno con un conjunto de piezas de armamento y protección, sumergidas en agua y en condiciones de conservación delicadas.
Estas piezas, que aún están en fase de estudio, comprenden decenas de elementos de uso tanto para infantería como para caballería, incluyendo cascos de tipo capacete y celada, petos, espaldares, protecciones para caballos e incluso un pequeño cañón de calibre presuntamente reducido.
Se presume que estas armaduras podrían haber sido parte del arsenál del VI conde de Miranda, Juan de Zúñiga y Bazán, una figura prominente en la historia militar y política de la región en finales del siglo XVI.
La importancia de este hallazgo radica no solo en el volumen y calidad de las piezas, sino también en su contexto histórico, dado que los registros históricos indican que el conde fue un destacado coleccionista y mecenas de las artes y las armas en su época.
Respecto a los aspectos técnicos, el Museo de Burgos fue informado inmediatamente del descubrimiento y ha participado activamente en las labores de extracción y conservación de las armaduras.
Debido a la humedad y el estado de oxidación, las piezas en hierro requieren tratamientos conservativos especializados, que se están llevando a cabo en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, en Simancas.
Se ha realizado una serie de ensayos y estudios para determinar los métodos más adecuados para limpiar, estabilizar y restaurar estas piezas, que en algunos casos presentan un estado de conservación muy frágil.
Uno de los objetos destacados, un capacete, ya ha sido sometido a los procesos iniciales en dicho centro, en colaboración con el Museo de Burgos, con el objetivo de definir una metodología que asegure su conservación futura.
La #restauración de todo el conjunto permitirá no solo su preservación
La restauración de todo el conjunto permitirá no solo su preservación, sino también su exposición al público, enriqueciendo así la oferta cultural de la región.
Este descubrimiento no solo aporta una valiosa visión sobre las armas y armaduras del siglo XVI en Castilla, sino que también refuerza la importancia del patrimonio arqueológico en la historia de la península ibérica.
Algunos expertos presuntamente sugieren que piezas similares podrían encontrarse en otros sitios históricos de la región, lo que abriría nuevas líneas de investigación y conservación.
En el contexto histórico, cabe recordar que durante el siglo XVI, Castilla vivió un esplendor cultural y militar, siendo un período en el que se consolidaron muchas de las fortalezas y colecciones de armas que hoy en día son patrimonio de la humanidad.
La armería del conde de Miranda, en particular, fue famosa por su volumen y calidad, y ahora estas piezas recuperadas en Peñaranda de Duero podrían ser testimonios únicos de esa época.
La iniciativa de restauración y conservación, que cuenta con la colaboración de organismos públicos y privados, refleja un compromiso por preservar la historia y el patrimonio de Castilla y León para las generaciones futuras.
Se espera que en los próximos meses las piezas sean sometidas a una restauración exhaustiva y que puedan ser exhibidas en el Museo de Burgos, permitiendo así a los visitantes apreciar la riqueza histórica de esta colección y comprender mejor el contexto en que fueron usadas estas armaduras en siglos pasados.
La recuperación de estos objetos representa, sin duda, un avance significativo en la conservación del patrimonio cultural de la región y un testimonio del valor que tiene mantener vivos los testimonios del pasado.