Buenos Aires implementa sistema de asistencia alimentaria sin intermediarios y cierra 'comedores fantasmas'
La Ciudad de Buenos Aires avanza en la modernización de su sistema de ayuda alimentaria, eliminando comedores ficticios y asegurando transparencia en la distribución de recursos a las familias que más lo necesitan.
En un paso decisivo hacia la modernización de los programas sociales, la Ciudad de #Buenos Aires ha consolidado un sistema de asistencia alimentaria que garantiza la llegada efectiva de recursos a quienes realmente lo requieren.
La iniciativa, que se apoya en #tecnología avanzada y controles rigurosos, busca eliminar prácticas irregulares y asegurar que cada peso invertido en ayuda social tenga un destino transparente y directo.
Desde principios de 2025, la administración porteña ha llevado a cabo una exhaustiva fiscalización del sistema de comedores, espacios de primera infancia, centros de jubilados y paradores para personas en situación de calle, además de la transferencia directa mediante el programa Ciudadanía Porteña.
Gracias a la implementación de una nueva aplicación móvil, la cual permite registrar beneficiarios, identificar necesidades específicas y reportar irregularidades en tiempo real, la trazabilidad de cada ración de comida y cada beneficiario quedó garantizada.
Supuestamente, en este proceso se detectaron más de 5.000 raciones que no tenían justificación alguna. Como resultado, la Ciudad dispuso la suspensión inmediata del envío y el cierre de aproximadamente 40 “comedores fantasmas”, estructuras ficticias que en el pasado permitían que recursos públicos fueran desviados por intermediarios políticos.
Esta medida refleja un cambio profundo en la #política social de la ciudad, orientada a garantizar que la ayuda llegue íntegramente a quienes la necesitan y no sea utilizada con fines políticos o económicos.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, afirmó: “Terminamos con un sistema que durante años permitía a algunos hacer negocios con el hambre de la gente.
Ahora, la ayuda llega directo a quienes la precisan, sin intermediarios ni listas manejadas por punteros o organizaciones. Cada beneficiario accede con su DNI y la ayuda se registra en nuestro sistema, garantizando #transparencia y control absoluto”.
Con controles diarios apoyados en tecnología para asegurar que ningún plato de comida termine en manos equivocadas
Además, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, liderado por Gabriel Mraida, resaltó que en la Ciudad “la comida dejó de ser un factor de negociación política”, y que todos los programas están completamente desintermediados, con controles diarios apoyados en tecnología para asegurar que ningún plato de comida termine en manos equivocadas.
Este proceso de modernización no solo elimina prácticas irregulares, sino que también fortalece la política alimentaria de la ciudad, que para 2026 contempla la incorporación de más de 160 comercios donde las familias podrán comprar alimentos de manera directa y transparente, sin intermediarios.
La visión es construir un sistema más justo, eficiente y que priorice la dignidad de quienes necesitan ayuda.
Supuestamente, esta transformación también implica una mayor fiscalización a los proveedores y un seguimiento individualizado de beneficiarios, lo que permite detectar necesidades específicas y reducir trámites burocráticos.
La adopción de tecnología en la gestión social refleja una tendencia global, que en ciudades como Nueva York, Londres o Sydney ya se ha implementado con éxito para combatir la corrupción y mejorar la eficiencia en la distribución de recursos.
En la historia de Buenos Aires, el sistema de #asistencia social ha enfrentado diversos desafíos, especialmente en los años 80 y 90, cuando las prácticas de intermediación y corrupción eran frecuentes.
La implementación de este nuevo modelo representa un avance significativo para garantizar que los recursos se utilicen con transparencia y que la ayuda social sea un derecho real, no un negocio.
Supuestamente, el compromiso de la ciudad es llegar a reducir significativamente los casos de irregularidades y fortalecer las estructuras de ayuda, centrando los esfuerzos en las familias que enfrentan la pobreza y la vulnerabilidad.
Con estos cambios, Buenos Aires se posiciona como una de las ciudades latinoamericanas más comprometidas con la justicia social y la gestión eficiente de recursos públicos.