El Ayuntamiento de Sevilla realiza mejoras en un ficus histórico para garantizar su conservación
El consistorio sevillano lleva a cabo una intervención especializada en un ejemplar singular de ficus, plantado en 1970, para reforzar su salud y estabilidad a largo plazo, dentro de un plan de conservación del patrimonio arbóreo de la ciudad.
En la ciudad de Sevilla, el gobierno municipal, mediante la delegación encargada de Arbolado, Parques y Jardines, está desarrollando un proyecto de mantenimiento y conservación en uno de los ejemplares arbóreos más emblemáticos de la ciudad.
Se trata de un ficus singular localizado en la calle Palos de la Frontera, un árbol con una historia que data de 1970, cuya importancia trasciende lo meramente ornamental, siendo un símbolo del #patrimonio verde de Sevilla.
El árbol fue plantado en ese año en un parterre junto al foso de lo que hoy es la Universidad de Sevilla, a petición de un vecino que deseaba dejar un legado en la ciudad en honor al nacimiento de su hijo.
En aquella época, la plantación fue un acto simbólico, en el que el propio padre participó colocando tierra en las raíces del árbol. Desde entonces, el ficus ha ido creciendo, alcanzando en la actualidad una altura superior a los 30 metros, con una copa amplia y densa que proyecta su sombra sobre una gran parte del entorno.
Este ejemplar muestra características propias de su especie, como raíces aéreas que descienden desde sus ramas y hojas de gran tamaño, que le confieren un aspecto imponente y llamativo.
Sin embargo, como cualquier árbol antiguo en entornos urbanos, requiere de cuidados especializados para asegurar su estabilidad y vitalidad.
Actualmente, el Ayuntamiento está implementando una intervención técnica avanzada que consiste en la utilización de un dispositivo denominado Air Spade, capaz de proyectar aire a presión en el suelo para romper la compactación del sustrato sin dañar las raíces del árbol.
Este método resulta especialmente útil para facilitar la llegada de aire, agua y nutrientes a las raíces profundas, promoviendo su desarrollo natural y fortaleciendo la estructura del ejemplar.
Tras la descompactación, se colocan fragmentos de madera en las zanjas radiales abiertas, con el objetivo de estimular la formación de nuevas raíces y ampliar el sistema radicular del árbol, permitiéndole adaptarse mejor a las condiciones urbanas.
La intervención finaliza con la incorporación de tierra nueva enriquecida con mulch, que ayuda a mantener la humedad y mejorar la calidad del sustrato en beneficio del árbol.
Además, para proteger las raíces y delimitar su espacio vital, se ha instalado un cerramiento perimetral que previene daños accidentales y facilita el proceso de recuperación del árbol.
Como el magnolio junto a la Catedral y otro ficus en la plaza de San Leandro
En paralelo, el Ayuntamiento también trabaja en la conservación de otros ejemplares singulares en la ciudad, como el magnolio junto a la Catedral y otro ficus en la plaza de San Leandro, en una estrategia que busca preservar los símbolos vegetales más emblemáticos de Sevilla.
La delegada de Parques y Jardines, Evelia Rincón, ha destacado la importancia de estos árboles para la identidad de la ciudad, afirmando que “los ficus y otros árboles antiguos forman parte de nuestro patrimonio natural y cultural.
Por eso, estamos empleando técnicas innovadoras y respetuosas para asegurar su preservación y evitar su deterioro”.
Con estas acciones, el Ayuntamiento reafirma su compromiso de mantener y proteger los elementos arbóreos más valiosos, que aportan belleza, sombra y biodiversidad a Sevilla.
La inversión en la conservación de estos ejemplares refleja no solo un cuidado del medio ambiente urbano, sino también una apuesta por la memoria histórica y la calidad de vida de los ciudadanos, garantizando que generaciones futuras puedan seguir disfrutando de un patrimonio verde en armonía con la ciudad moderna.