El Ayuntamiento de Valencia comienza la recuperación de espacios tras la riada, retirando hasta 3.000 vehículos siniestrados de diversas pedanías.
El 20 de diciembre de 2024, el Ayuntamiento de Valencia ha puesto en marcha un operativo para la retirada de vehículos siniestrados como consecuencia de la reciente riada que afectó a varias zonas de la ciudad.
El concejal de Policía Local y Movilidad, Jesús Carbonell, ha confirmado que se están retirando vehículos ubicados en 24 campas distribuidas en las pedanías del sur de la ciudad, donde se estima que hay alrededor de 3.000 automóviles afectados.
Este esfuerzo se desarrolla en el marco del cumplimiento del Real Decreto-ley 8/2024, que establece medidas urgentes para hacer frente a situaciones de emergencia provocadas por fenómenos naturales.
Según Carbonell, en una primera fase, se retirarán aquellos vehículos que hayan sido evaluados por el Consorcio de Compensación de Seguros y que hayan sido declarados como pérdida total a efectos del seguro.
El operativo se lleva a cabo en diferentes zonas, incluyendo 14 campas en La Torre, 7 en El Forn d’Alcedo y 3 en Castellar-l’Oliveral. Carbonell ha destacado la importancia de este proceso para mejorar la calidad de vida de los residentes en estas áreas, indicando que "mantenemos un contacto directo y cercano con el Consorcio de Compensación de Seguros", lo que asegura un transporte ágil de los vehículos cuando reciben la calificación necesaria.
Una vez que los vehículos siniestrados son trasladados a los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos (CAT) designados por la Dirección General de Tráfico (DGT), se procede a tramitar la baja definitiva.
Posteriormente, cada vehículo recibe el tratamiento correspondiente a su reciclaje, similar al proceso que se sigue al final de su vida útil.
Este tipo de acción no es nueva en la historia reciente de Valencia, que ha enfrentado diversos fenómenos meteorológicos severos en los últimos años, causando estragos en su infraestructura y vehículos.
En 2022, por ejemplo, una tormenta dejó daños considerables en varias pedanías y se implementaron iniciativas similares para la retirada de vehículos dañados.
Los esfuerzos del consistorio en esta ocasión se enfocan no solo en el cumplimiento normativo, sino también en garantizar la seguridad y bienestar de los ciudadanos, que han visto gravemente afectadas sus comunidades.
Cabe señalar que la respuesta y recuperación ante desastres naturales se han convertido en una prioridad destacada para las autoridades locales, quienes buscan desarrollar planes más efectivos que permitan una recuperación más rápida y eficiente ante futuros eventos adversos.
La retirada de vehículos es solo un paso en un plan más amplio de recuperación de infraestructuras, apoyo a los ciudadanos afectados y mejora de la resiliencia de la ciudad frente a fenómenos climáticos.
En resumen, la acción del Ayuntamiento de Valencia para la retirada de vehículos siniestrados es un paso importante hacia la recuperación de las pedanías más afectadas por la riada.
Con un compromiso claro hacia la celeridad y la seguridad, las autoridades locales continúan trabajando para restaurar la normalidad en estas comunidades y garantizar un futuro más seguro y resiliente.
