Valencia destina 15 millones de euros para ayudar a las pedanías afectadas por la DANA, aprueba el presupuesto de 2025 y ofrece medidas fiscales favorables.
El 8 de noviembre de 2024, el Ayuntamiento de Valencia ha dado un paso importante al aprobar su presupuesto para 2025 junto a un conjunto de medidas fiscales dedicadas a mitigar los efectos de la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó las pedanías de La Torre, El Forn d’Alcedo y Castellar-l’Olvieral.
La concejala de Hacienda y Presupuestos, María José Ferrer, explicó que se destinarán 15 millones de euros entre los presupuestos de 2024 y 2025 para atender las necesidades más urgentes de estas zonas duramente afectadas por las inundaciones.
El presupuesto para el año 2025 se prevé en 1.210.887.280,17 euros (aproximadamente 1.013.000.000 euros) lo que representa un aumento del 8,4% respecto al año anterior, y señala un fuerte enfoque en la reconstrucción.
Concebido con la flexibilidad necesaria para adaptarse a las condiciones cambiantes, este presupuesto incluye un fondo específico de 10 millones de euros para cubrir posibles necesidades adicionales que puedan surgir en el futuro.
Entre las medidas fiscales destacadas se encuentra la continuación de la rebaja impositiva correspondiente al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), plusvalía, impuesto de circulación y tasa de alcantarillado, buscando aliviar la carga económica de los ciudadanos que han sufrido por las inundaciones.
Además, se propondrá una bonificación del 95% en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) para facilitar la reconstrucción de edificios que fueron dañados.
Con miras a apoyar aún más a los afectados, se inicia la tramitación para suspender la tasa de basura en las pedanías impactadas.
Estas iniciativas han sido bien recibidas, pues se alinea con la voluntad de la Junta de Gobierno de priorizar la recuperación de estas comunidades que han atravesado una crisis significativa.
El presupuesto propuesto por el Ayuntamiento también contempla la creación de un fondo extraordinario que contempla la asignación de 10 millones de euros para cubrir gastos inesperados que puedan surgir a lo largo del año.
Ferrer subrayó que el objetivo es contar con suficientes recursos para atender a aquellos que más los necesiten.
Es importante destacar que, a lo largo de la historia de Valencia, esta es una de las asignaciones presupuestarias más amplias, y sin duda refleja un compromiso con la mejora y bienestar de sus vecinos.
La inversión en políticas de vivienda y el aumento en los costes del personal son pruebas del enfoque profundamente social que el Ayuntamiento está adoptando.
Desde la llegada de María José Catalá a la Alcaldía, también se ha logrado reducir la deuda del Ayuntamiento en un 33%, lo que pone en evidencia una administración más eficiente y responsable.
Esto le ha permitido, además, priorizar las inversiones en áreas críticas y asegurarse de que el crecimiento de gasto no comprometa la salud financiera del municipio.
Ante esta situación de emergencia, la Junta de Gobierno también ha tomado medidas adicionales para facilitar la gestión fiscal.
Se ha decidido extender el plazo de pago voluntario para varios impuestos, incluyendo el de vehículos y el IBI, hasta el 5 de febrero de 2025.
En resumen, las decisiones tomadas por el Ayuntamiento reflejan su intención de responder de manera efectiva a las necesidades de los ciudadanos tras los devastadores efectos de la DANA, y posicionan a Valencia como un ejemplo a seguir en la gestión de emergencias y recuperación laboral y social.