El nuevo espacio exhibe la recreación del Chirotherium y permite explorar la fauna y la flora de hace 240 millones de años.

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El 17 de diciembre de 2024, el Museo de Ciencias Naturales de Valencia ha abierto sus puertas a una nueva exposición permanente que se centra en las icnitas, las huellas fossilizadas dejadas por animales en el pasado.

Entre los numerosos hallazgos que se presentan, destaca la recreación de un reptil extinto conocido como Chirotherium, el cual habitó la Tierra durante el Triásico, hace aproximadamente 240 millones de años.

El Chirotherium, cuyo nombre se traduce como 'bestia-mano', era un arcosaurio relacionado con los ancestros de los cocodrilos. Este reptil carnívoro tenía una peculiaridad: sus huellas fosilizadas presentan cinco dedos, con el dedo externo más desarrollado, lo que sugiere que era un excelente escalador en superficies fangosas.

La recreación de este fascinante reptil ha sido posible gracias a las huellas encontradas en el yacimiento de La Badina de Bejís, que son reconocidas como Bien de Interés Cultural desde 2006 por la Generalitat Valenciana.

José Luis Moreno, concejal de Acción Cultural del municipio, ha resaltado la importancia de esta muestra como una oportunidad única para que el público pueda conocer más sobre estos animales prehistóricos.

El evento inaugural contó con la participación de la alcaldesa de Bejís, María José Madrid, así como representantes de la Universidad de Valencia y la dirección del museo, que han expresado su alegría por compartir este avance científico con la comunidad.

En sus palabras, Moreno destacó: 'En la Comunidad Valenciana, contamos con muy pocos yacimientos que tengan huellas de este tipo, por lo que cada nueva investigación enriquece nuestro patrimonio cultural y científico'.

La renovación de la museografía en el museo ha sido diseñada para ofrecer una experiencia enriquecedora a los visitantes, integrando los más recientes avances en el campo de la paleontología.


Begoña Poza, directora del museo, enfatizó que la exposición no solo responde a la necesidad de conjugar los contenidos con descubrimientos recientes, sino que también busca fomentar el interés por la paleontología en todas las edades.

Es importante mencionar que el costo de esta mejora ha sido posible gracias a una subvención de 7.163,20 euros (aproximadamente 7.877 dólares) proporcionada por la Conselleria d’Educació, Cultura i Esport. Estas aportaciones son fundamentales para mantener y modernizar las instalaciones del museo, que se ha convertido en un referente para las visitas escolares.

La zona de La Badina de Bejís ha ganado atención en los últimos años gracias al descubrimiento de icnitas del Triásico, que han aportado información clave sobre la fauna y flora de la región en esa era.

En 2000, Carlos Santisteban Bové, geólogo de la Universitat de Valencia, y otros investigadores realizaron un trabajo exhaustivo en este yacimiento, donde se identificaron nuevas huellas y fósiles.

Estos esfuerzos reflejan un renovado interés por la paleontología en la Comunitat Valenciana, área que avanza día a día en la comprensión de su rica historia natural.

En resumen, la nueva exposición del Museo de Ciencias Naturales de Valencia no solo brinda la oportunidad de revivir nuestro pasado paleontológico, sino que también refuerza la conexión entre la ciencia y el patrimonio cultural, invitando a todos a explorar y aprender sobre los misterios de la vida que una vez habitaron en la Tierra.