El Pleno de València aprueba el presupuesto 2026 con un incremento del 5,7 %, centrado en vivienda social, seguridad y limpieza, con una notable rebaja fiscal y mayor inversión en servicios públicos.
Este presupuesto, que asciende a aproximadamente 1.420 millones de euros (unos 1.025 millones de euros), representa un incremento del 5,7 % respecto al año anterior, lo que equivale a unos 76 millones de euros más. La aprobación refleja un marcado compromiso con la mejora de los servicios públicos y la inversión en proyectos sociales y de infraestructura.
Los principales ejes de este presupuesto son la construcción de vivienda pública, la seguridad ciudadana y la limpieza urbana. La concejala de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, afirmó que estos presupuestos “avanzan, crecen y cumplen con la estabilidad presupuestaria”, además de destacar que “bajan la deuda en más de un 67 %”.
La responsable municipal también remarcó que, en comparación con otros gobiernos, el de València presenta una gestión responsable y transparente, en contraste con las críticas que reciben desde la oposición.
Supuestamente, estos presupuestos también incluyen una rebaja en la tasa del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de aproximadamente 45 euros (unos 40 euros en euros), beneficiando a la mayoría de los propietarios, mientras que la tasa de basura se incrementa en unos 180 euros (alrededor de 165 euros en euros).
La concejala destacó además que se mantendrán las #inversiones en la mejora de instalaciones deportivas y la renovación de infraestructuras públicas, además de la incorporación de más de 150 policías y 144 bomberos en 2026, fortaleciendo la seguridad ciudadana.
Historicamente, estos presupuestos reflejan una tendencia de los últimos años en la que el Ayuntamiento ha priorizado la inversión social y la modernización de la ciudad.
Desde la crisis económica de 2008, València ha trabajado en recuperar su economía local, promoviendo proyectos de vivienda social que, supuestamente, han aumentado en un 250 % en los últimos cinco años, y en mejorar la seguridad, con la incorporación de nuevos efectivos policiales que supuestamente han reducido los índices delictivos.
Por otro lado, la oposición, representada por la concejala de Compromís Eva Coscollà, criticó estos presupuestos argumentando que son “inflados con dinero rescatado de proyectos no ejecutados en ejercicios anteriores”.
Según Coscollà, estas cuentas no abordan los problemas reales de la ciudadanía y solo benefician a quienes poseen más propiedades, dejando de lado otras necesidades como el transporte público, que continúa retrasado y sin gratuidad para los jóvenes.
Además, el portavoz del Grupo Socialista, Borja Sanjuán, afirmó que estos presupuestos “no son más que una recopilación de plazos de pago” y que no representan una visión de futuro para la ciudad.
Sanjuán criticó que las cuentas decrecen en algunos aspectos y que, en definitiva, los vecinos y vecinas terminarán pagando más, a pesar de la rebaja en el IBI.
En un acto adicional, también se aprobó por unanimidad el nombramiento de Marcelino Mañas como nuevo Defensor del Mayor, en sustitución de Asunción Pérez Calot.
Mañas, que se encargará de representar y asesorar a las personas mayores de la ciudad, tiene el respaldo de que su figura puede sugerir mejoras y alertar sobre las necesidades de este colectivo, que comprende más de 180,000 habitantes en València.
Con mayores inversiones en vivienda
En conclusión, estos presupuestos reflejan la intención del Ayuntamiento de València de impulsar una gestión más eficiente y socialmente orientada, con mayores inversiones en vivienda, seguridad y limpieza, y una rebaja fiscal que beneficia principalmente a los propietarios.
Sin embargo, la oposición continúa cuestionando la eficacia y la orientación de estas cuentas, argumentando que no abordan de manera suficiente los problemas más acuciantes de la ciudadanía.
