La ciudad española emblandece su espíritu navideño con un emotivo tributo a quienes sufrieron las consecuencias de la reciente dana.
El 4 de diciembre de 2024, Valencia ha dado inicio a sus celebraciones navideñas con un encendido de luces que ha elevado la emotividad del evento, al rendir homenaje a las víctimas de la reciente dana que afectó a la provincia el pasado 29 de octubre.
Este año, el árbol de Navidad situado en la emblemática plaza del Ayuntamiento se ha transformado en la “Estrella de la Solidaridad”, un símbolo que invita a la comunidad a recordar y apoyar a las poblaciones damnificadas durante estas fiestas.
La alcaldesa, María José Catalá, destacó en su intervención que las decoraciones navideñas, que tradicionalmente buscan impulsar la economía y crear un ambiente mágico para los más pequeños, han tomado un giro especial este año, convirtiendo a Valencia en un referente de unidad y solidaridad.
“Es un Nadal solidari que jamás habíamos vivido”, aseguró, recordando a todos los presentes la necesidad de canalizar la solidaridad hacia aquellos que aún están sufriendo por las consecuencias de la tragedia.
El acto de encendido, que tuvo lugar a las 19:00 horas, se inició con la inauguración del Belén ubicado en el Salón de Cristal del Ayuntamiento, seguido por un conmovedor momento de silencio en la plaza oscura, al que se unió el Coro Juan Bautista Comes.
Este tipo de ceremonias, que se han celebrado por años en Valencia, han logrado integrar la cultura local en el sentir colectivo de sus habitantes, convirtiéndolas en un evento de unidad y esperanza.
El evento también incluyó una actuación de Rei Ortolá, quien interpretó “Voces de València”, una canción que se volvió viral tras la tragedia, simbolizando el dolor y la solidaridad del pueblo.
Después de esta conmovedora actuación, las falleras mayores, junto a sus cortas de honor, tuvieron el honor de encender el árbol de 25 metros de altura, que este año se convierte en un faro de esperanza.
Catalá resaltó la importancia de llevar a cabo este homenaje, recordando que la tragedia no ha robado la ilusión del pueblo valenciano ni su capacidad de reconstrucción.
Además, se llevó a cabo un despliegue de efectos especiales y juegos de luces que transformaron el entorno en un cielo estrellado, como broche a la mágica noche que se celebraba en honor a la patrona de los pirotécnicos.
Este tradicional evento no solo representa el inicio de las festividades, sino que también pone de relieve la rica cultura e historia valenciana.
El uso de elementos arquitectónicos y decorativos, que hacen alusión a figuras como Joaquín Sorolla, reafirma el compromiso de la ciudad con su patrimonio cultural.
El retorno de la iluminación ornamental en la plaza, así como en distintas áreas de la ciudad, sumó un toque especial al ambiente navideño, con naranjos y otros árboles decorados que evocan la esencia de Valencia.
Narrativa que años anteriores ha integrado elementos como el mercado navideño, en el que los comerciantes locales han tenido un espacio para mostrar su labor.
Así, Valencia no solo se prepara para vivir unas fiestas inolvidables, sino que también invita a todos a recordar la unión y la fortaleza de su gente, símbolos que, sin duda, se verán reflejados en la Navidad de este 2024.