El Ayuntamiento de Valencia implementa un plan de desinfección en las pedanías afectadas por la dana, asegurando la calidad del agua y el mobiliario urbano.

Imagen relacionada de iniciativa desinfeccion preventiva castellar oliveral

El Ayuntamiento de Valencia ha comenzado un ambicioso plan de desinfección en la pedanía de Castellar-l’Oliveral, así como en otras áreas como La Torre y Forn d’Alcedo, con el objetivo de asegurar la salubridad tras las recientes tormentas que causaron una dana en la región.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, subrayó la importancia de estas labores preventivas, enfatizando que aunque no hay alertas activas, es crucial estar preparados y monitorizar la situación en la ciudad.

Los trabajos de desinfección iniciaron el fin de semana, con el uso de una solución de hipoclorito sódico.

Este producto se ha aplicado inicialmente en Castellar-l’Oliveral, utilizando cuatro vehículos de baldeo con una capacidad de 16.000 litros cada uno.

La operación consistirá en un baldeo tangencial en las calles, seguido de un baldeo mixto que se complementará con la mano de obra de peones.

Esta labor está programada para continuar hasta la noche del lunes, cuando se abordarán también las pedanías de La Torre y Forn d’Alcedo, donde se utilizarán tres camiones de 8.000 litros en Forn d’Alcedo, y un camión de 22.000 litros en La Torre.

"La acumulación de barro por las inundaciones hace imprescindible la desinfección de nuestros espacios públicos", agregó Catalá, reflexionando sobre las necesidades de las comunidades afectadas.

En su último informe, el Ayuntamiento informó que los controles de calidad del agua potable realizados por EMIVASA han revelado que el suministro es apto para el consumo humano, cumpliendo con las normativas vigentes.


Esta verificación es fundamental, ya que alrededor de 425.000 abonados dependen de este servicio en Valencia.

La ronda de controles de calidad se ha intensificado en todas las áreas afectadas, con un enfoque especial en el alcantarillado.

La alcaldesa enfatizó que todos los análisis han resultado favorables, confirmando así la seguridad del agua y el estado del sistema de alcantarillado de la ciudad.

Desde las inundaciones ocurridas el 29 de octubre, la red de distribución ha podido mantenerse presurizada, lo que ha garantizado que no haya compromisos en la calidad del agua.

Las labores de desinfección no solo se limitan a las calles; también se está limpiando y desinfectando el mobiliario urbano, como semáforos, papeleras y contenedores, para asegurar un entorno saludable y protegido para todos los ciudadanos.

Se espera que a finales de la próxima semana se realicen nuevamente estos trabajos de baldeo en las tres pedanías.

La historia de valencia con respecto a sus infraestructuras de agua ha sido objeto de numerosas reformas y mejoras en las últimas décadas, buscando siempre la sostenibilidad y seguridad de sus ciudadanos.

En este contexto, la respuesta rápida del Ayuntamiento ante eventos climáticos adversos como la dana refleja un compromiso con la salud comunitaria y la eficacia en la gestión de crisis.

Las acciones preventivas establecidas podrían servir como modelo para otras ciudades que enfrentan desafíos similares en la gestión de sus recursos hídricos y servicios urbanos.