Después de las fuertes lluvias y la riada que afectó a la zona, los colegios de Castellar-l’Oliveral han reabierto sus puertas para que el alumnado regrese a las aulas, mientras se continúa con los trabajos de limpieza y desinfección.
El 7 de noviembre de 2024, se ha dado un paso importante hacia la normalidad en Castellar-l’Oliveral, un barrio de Valencia, con el regreso a las aulas de los alumnos y alumnas de esta pedanía.
La comunidad educativa había estado en espera tras la devastadora riada que tuvo lugar a inicios de semana, en el contexto de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que impactó severamente diversas localidades de la Comunidad Valenciana y otras regiones del país.
El CEIP Castellar-Oliveral fue el primero en abrir sus puertas el pasado miércoles, seguido el jueves por el IES Ravatxol y el Colegio Nuestra Señora del Rosario, lo que ha permitido que el total de los 1,154 estudiantes de la pedanía retomen sus actividades escolares.
La concejala de Servicios Centrales Técnicos, Julia Climent, ha indicado que las brigadas municipales han estado trabajando intensamente en la limpieza y desinfección de los centros, con una atención especial a los lodos y el agua acumulada que amenazaban la salubridad de las instalaciones.
Rocío Gil, concejala de Educación, enfatizó la relevancia de que los niños y jóvenes recuperen sus rutinas lo más pronto posible, a fin de mitigar el impacto emocional que una catástrofe natural puede causar en su desarrollo.
El cuerpo municipal de bomberos ha llevado a cabo revisiones exhaustivas en los centros educativos para garantizar la seguridad de los estudiantes.
En total, el CEIP Castellar-Oliveral cuenta con 400 alumnos y está recibiendo a escolares de las comunidades vecinas que aún no han podido regresar a sus respectivos colegios.
Paralelamente, el IES Ravatxol, que también tiene una matrícula de 400 estudiantes, ha señalado su capacidad para acoger a aquellos de las zonas afectadas.
El centro concertado Nuestra Señora del Rosario, con 354 alumnos que abarcan desde Educación Infantil hasta Secundaria, ha reiniciado actividades tras ser inspeccionado por el equipo de bomberos del Ayuntamiento.
A pesar de la reapertura, todavía hay familias que han optado por mantener a sus hijos en casa debido a circunstancias particulares.
Por otro lado, las labores de limpieza y desinfección continúan en otros dos centros, el CEIP Padre Manjón y el CEIP Forn d’Alcedo, que también fueron impactados por la riada.
Las brigadas de limpieza persiguen que estos colegios, que cuentan con 250 y 150 plazas respectivamente, puedan estar listos para una pronta reapertura.
Además, el CEIP Forn d’Alcedo tiene 93 lugares en Educación Infantil, mientras que el colegio Padre Manjón posee 8 plazas de Educación Especial.
Estas escuelas están trabajando no solo en la limpieza, sino también en reponer el material y mobiliario dañados por el desastre.
Finalmente, también se está atendiendo al centro de educación especial Rosa Llàcer, el cual necesita equipamiento especial para el servicio que presta, el cual se ha visto severamente afectado.
La reapertura de este centro dependerá de la disponibilidad del material necesario para su operación.
La rápida respuesta de las autoridades y la comunidad educativa es un reflejo del comprometido enfoque hacia la recuperación y el bienestar del alumnado en Castellar-l’Oliveral.