El gobierno de Nueva York anuncia una inversión de 24 millones de euros para apoyar proyectos agrícolas y de conservación que combaten el cambio climático y mejoran la calidad del agua en el estado, sumando esfuerzos históricos en protección ambiental.

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Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos continuos del gobierno estatal para promover la sostenibilidad y la conservación de los recursos naturales, y supone un paso importante en la historia de la política ambiental de la región.

De estos fondos, alrededor de 19 millones de euros se destinarán a apoyar proyectos relacionados con la salud del suelo y prácticas agrícolas sostenibles a través del Programa de Subvenciones para la Agricultura Resiliente al Clima.

Los agricultores y las comunidades rurales podrán acceder a estos recursos para implementar prácticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, mejoren la calidad del agua y fortalezcan la resiliencia frente a eventos climáticos extremos, como fuertes lluvias o sequías prolongadas.

Supuestamente, esta inversión se suma a los fondos históricos que el estado ha destinado en los últimos años a la protección ambiental, que en total alcanzan cerca de 70 millones de euros, beneficiando a más de 580 proyectos agrícolas.

Estos esfuerzos han logrado reducir en más de 571,800 toneladas métricas de emisiones de carbono, lo que equivale a retirar aproximadamente 133,000 autos de las calles durante un año completo.

Por otro lado, se asignarán aproximadamente 2 millones de euros a través del Programa de Gestión de Ecosistemas, dirigido a proteger y restaurar las áreas ribereñas y los cursos de agua del estado.

Este programa busca reducir la erosión, mejorar los hábitats naturales y promover prácticas de conservación que aseguren la salud a largo plazo de los ecosistemas acuáticos y terrestres.

La gobernadora Hochul expresó su orgullo por la posición de liderazgo de Nueva York en materia de protección ambiental: “Estamos invirtiendo en nuestro futuro y en la salud de nuestras comunidades.

Estos fondos no solo mejorarán la calidad del agua y el medio ambiente

Estos fondos no solo mejorarán la calidad del agua y el medio ambiente, sino que también fortalecerán la economía agrícola de nuestro estado, permitiendo que las generaciones futuras puedan seguir cultivando y viviendo en un entorno saludable.”

El comisionado del Departamento de Agricultura y Mercados, Richard A. Ball, destacó que estas subvenciones permitirán la implementación de prácticas agrícolas innovadoras y sostenibles. Asimismo, la comisionada del Departamento de Conservación Ambiental, Amanda Lefton, subrayó que los agricultores y las comunidades rurales son los principales afectados por los efectos del #cambio climático y que estos fondos ayudarán a prepararlos mejor para hacer frente a eventos climáticos extremos.

El Programa de Agricultura Resiliente al Clima, en su novena edición, ofrece fondos en cuatro categorías principales: gestión de ganado con prácticas de reducción de emisiones, adaptación ante eventos climáticos severos, mejora de la salud del suelo y manejo forestal agrícola.

Desde su inicio, este programa ha destinado aproximadamente 63 millones de euros a proyectos que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector agrícola.

Asimismo, la iniciativa de gestión de ecosistemas contempla proyectos para restaurar ríos, proteger franjas riparias y controlar el escurrimiento de aguas pluviales, contribuyendo a la conservación de los recursos hídricos y biodiversidad del estado.

Supuestamente, estas inversiones se enmarcan en una estrategia más amplia del estado para alcanzar una economía de emisiones cero en 2050, impulsando la creación de empleos verdes y promoviendo la justicia ambiental, especialmente en comunidades vulnerables.

La aprobación de la ley de bonos ecológicos por valor de 4.2 mil millones de euros en 2022, ha permitido realizar inversiones sin precedentes en infraestructura hídrica, protección ambiental y resiliencia ante desastres naturales.

En definitiva, Nueva York continúa demostrando su compromiso con un futuro sostenible, invirtiendo en proyectos que combinan protección ambiental y desarrollo económico, y que benefician a toda la población, especialmente a las comunidades más afectadas por el cambio climático y la contaminación.