El estado de Nueva York anuncia una importante inversión destinada a mejorar la gestión y carga de vehículos eléctricos, fortaleciendo su infraestructura de energía limpia y promoviendo una movilidad más sostenible.

Además, supuestamente ha asignado cerca de 3,6 millones de euros (4 millones de dólares) para superar los obstáculos operativos, de recopilación y transmisión de datos que enfrentan las empresas de servicios públicos para gestionar la carga de estos vehículos.
Estas inversiones forman parte de un esfuerzo por modernizar y hacer más resiliente la #infraestructura energética del estado, adaptándola a las crecientes demandas de movilidad eléctrica.
La iniciativa busca mejorar la flexibilidad de la red, permitir una carga más inteligente y reducir los costos para los usuarios, alineándose con la visión de #Nueva York de liderar una transición hacia una economía baja en emisiones.
La importancia de estas acciones radica en que, supuestamente, la región ha sido pionera en políticas de electrificación y energías renovables, con un historial que incluye inversiones en transporte limpio y programas de incentivos para vehículos eléctricos.
Los fondos han sido distribuidos a través del Programa de Integración de Vehículos a la Red Eléctrica, gestionado por la Autoridad de Investigación y Desarrollo Energético de Nueva York (NYSERDA).
Este programa financia proyectos innovadores que incluyen tecnologías como carga bidireccional, almacenamiento de energía, generación in situ y cargas gestionadas, entre otros.
La finalidad es demostrar cómo estas soluciones pueden equilibrar la demanda en la red, facilitando la incorporación masiva de vehículos eléctricos, que supuestamente están en auge en el estado.
Entre los proyectos destacados se encuentra la iniciativa de Voltpost, que recibió aproximadamente 660,000 euros (775,000 dólares) para desarrollar estaciones de carga en farolas en áreas metropolitanas y regiones clave como la Capital y el Valle del Hudson.
Se busca certificar estas instalaciones bajo estándares de seguridad y modernizarlas con al menos diez estaciones de carga de Nivel 2 en todo el estado.
Por otro lado, Mobility House ha obtenido cerca de 750,000 euros (867,000 dólares) para demostrar cómo se puede maximizar la capacidad de distribución mediante interconexiones flexibles destinadas a cargar autobuses escolares eléctricos en Staten Island y en otra ubicación aún por determinar.
Estas soluciones pretenden reducir los tiempos y costos de instalación, desvinculando la construcción de cargadores de los plazos de expansión de la red eléctrica.
Asimismo, Weave Grid, Inc. ha sido beneficiada con aproximadamente 900,000 euros (1 millón de dólares) para implementar sistemas que gestionen la carga de VE en la zona de Orange y Rockland Utilities, usando software avanzado y datos topológicos para coordinar horarios y equilibrar la demanda energética.
Junto a estas iniciativas, se ha anunciado una convocatoria adicional de 3,6 millones de euros (4 millones de dólares) para financiar propuestas de investigadores y desarrolladores que puedan resolver los desafíos operativos en la integración de VE.
Esta convocatoria, que estará abierta hasta el 16 de septiembre de 2025, busca soluciones de transferencia de datos bidireccionales y control de carga que permitan a las empresas distribuir mejor la energía, reduciendo la demanda en picos y facilitando la incorporación de energías renovables.
Este esfuerzo refleja el compromiso histórico de Nueva York con la sostenibilidad energética
Este esfuerzo refleja el compromiso histórico de Nueva York con la sostenibilidad energética. Desde hace más de 50 años, la Autoridad de Investigación y Desarrollo Energético ha impulsado proyectos que incluyen desde sensores de bajo costo hasta soluciones avanzadas de ingeniería para modernizar la red eléctrica.
En los últimos años, el estado ha invertido casi 3 mil millones de euros (3 mil millones de dólares) en electrificación del transporte, con la meta de que para 2035 todos los vehículos nuevos sean de cero emisiones.
La agenda climática de Nueva York se centra en una transición justa y asequible a una economía basada en energías limpias, con el objetivo de crear empleos, promover el crecimiento económico y beneficiar a las comunidades más vulnerables.