El extenista argentino enfrenta un constante sufrimiento a raíz de sus problemas físicos post-retiro, lo que complica su vida cotidiana y sus pasiones.
Juan Martín del Potro, el extenista argentino que llegó a ser el número 3 del mundo, ha compartido recientemente sus desafíos tras retirarse del deporte que ama.
Después de pasar por una carrera llena de logros y dificultades, Del Potro se encuentra lidiando con un dolor físico constante que ha alterado su rutina diaria y su capacidad para disfrutar de su vida.
En un video conmovedor publicado en sus redes sociales, Del Potro reveló que su última aparición en un partido fue en diciembre de 2022, en un encuentro exhibición con el tenista serbio Novak Djokovic.
Desde entonces, el extenista ha enfrentado numerosas operaciones, lo que le ha llevado a un estado emocional complejo debido a la frustración que siente por no poder volver a competir.
El tenista argentino, conocido por su poderoso saque y su potente derecha, ha sido sometido a cinco cirugías de rodilla a lo largo de su carrera.
En sus declaraciones, mencionó que, tras su último partido ante Facundo Delbonis, decidió realizar un nuevo procedimiento quirúrgico, sintiendo que no había otra opción debido al dolor constante.
'Al día siguiente de ese partido, volé a Suiza para operarme la rodilla', contó Del Potro.
Esta lucha diaria no solo se limita al ámbito físico; también ha tenido un impacto significativo en su vida social y emocional.
Del Potro compartió que disfruta de actividades deportivas como el fútbol y el pádel, pero a menudo se siente relegado a roles pasivos debido a su condición.
"Soy el que lleva el mate y se sienta afuera, mientras mis amigos juegan.
Eso es terrible para mí", lamentó.
Los efectos del dolor físico se han visto amplificados por las expectativas que la gente tiene consigo.
Cada vez que un aficionado le pregunta sobre su regreso al tenis, Del Potro siente la presión añadida de tener que sonreír y aparentar que todo está bien, cuando en realidad enfrenta un día a día complicado por sus dolores.
Su tratamiento incluye un exhaustivo régimen de medicamentos: entre 6 y 8 pastillas diarias para controlar su malestar.
"Es un sinsentido, porque los médicos me aconsejan reducir mi peso mientras la medicación me hace aumentar.
Además, debo evitar el azúcar y la harina, pero me pregunto qué relación tiene eso con mi rodilla", explica Del Potro, quien antes pesaba considerablemente menos.
El panorama parece desalentador, y a pesar de haber realizado múltiples intentos y haber gastado grandes sumas de dinero en tratamientos médicos en diversas partes del mundo, Del Potro se enfrenta al hecho de que muchas de estas intervenciones no han tenido los resultados esperados.
"A veces pienso que soy fuerte pero, al final del día, me doy cuenta de que la rodilla me ha ganado.
Cada vez que me operan me siento optimista, pero luego regreso a la realidad de que el dolor persiste", confiesa.
En la historia del tenis argentino, pocos jugadores han tenido un perfil tan combativo y apasionado como Juan Martín del Potro.
Con dos títulos de Grand Slam en su haber y victorias memorables en su carrera, su legado en la cancha es indiscutible.
Sin embargo, su vida después del tenis ha resultado ser una batalla continua, no solo contra el dolor físico, sino también contra la expectativa de regresar a la grandeza que una vez alcanzó.