La actividad del volcán Etna en Sicilia alcanza su 14ª fase en los últimos meses, enviando una columna de ceniza y humo que ha provocado alarmas, pero sin riesgo para la población. La erupción ocurrió tras una caída en parte del cráter sudeste, afectando principalmente la zona volcánica.

El volcán Etna, conocido por ser el volcán más activo de Europa, volvió a mostrar su poder en las últimas horas, generando una espectacular columna de ceniza y humo que alcanzó aproximadamente los 6.500 metros de altura. La erupción ocurrió tras un colapso en una parte del cráter sudeste, lo que provocó flujos de lava y una caída intensa de ceniza, según informaron los expertos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV).
Etna, que alcanza una altitud de 3.330 metros y cuenta con una superficie de alrededor de 1.200 km², ha estado en una actividad eruptiva constante en los últimos meses, acumulando cerca de 14 fases eruptivas hasta la fecha. La última ocurrió en junio, y en ella se evidenció un fenómeno de colapso en la estructura del cráter, desencadenando un espectáculo natural que fue visible desde diferentes puntos de Sicilia.
Los registros indican que la columna de ceniza alcanzó su punto máximo en unos 6.500 metros sobre el nivel del mar, lo que generó alarma en las zonas cercanas. Aunque algunos turistas que estaban en la zona huyeron corriendo, las autoridades señalaron que la actividad no representa un peligro inmediato para la población.
La zona del cráter sudeste, ubicada aproximadamente a 2.800 metros de altitud, fue cerrada preventivamente para evitar riesgos.
El presidente de Sicilia, Renato Schifani, aseguró que las flujos de lava provocados durante la erupción no pasaron los límites naturales de contención y que no existe peligro para la población civil.
No obstante, las medidas de precaución se mantienen, especialmente en zonas cercanas a la actividad volcánica.
Durante la actividad volcánica, se reportaron temblores en los alrededores del volcán, extendidos por pueblos y aldeas en las cercanías del Monte Etna.
La protección civil recomienda a los excursionistas y visitantes evitar acercarse a la cima y mantenerse informados sobre las recomendaciones oficiales.
Es importante destacar que Etna no solo es uno de los volcanes más activos de Europa, sino que también ha tenido episodios históricos de gran magnitud.
En 1669, una de las mayores erupciones en su historia destruyó buena parte de Catania, la ciudad más cercana, y dejó una marca duradera en la memoria colectiva de la región.
Más recientemente, en 1980, el volcán también mostró su fuerza, enviando columnas de ceniza y lava en un evento que aún es recordado.
La actividad volcánica en Italia ha sido constante a lo largo de la historia y forma parte del complejo sistema geológico que atraviesa la península y las islas.
La vigilancia continúa siendo fundamental para prevenir daños mayores y proteger tanto a residentes como a visitantes. La capacidad de monitoreo en tiempo real y los avances tecnológicos permiten a las autoridades actuar con mayor anticipación en caso de nuevas erupciones.
Mientras tanto, el volcán Etna se mantiene en estado de actividad constante, recordando la fuerza incontrolable de la naturaleza y la importancia de mantener siempre la prudencia y la preparación ante fenómenos naturales impredecibles.
La comunidad científica sigue de cerca sus movimientos, en un esfuerzo por comprender mejor estos procesos y reducir así los riesgos asociados a su actividad eruptiva.