Un grupo de voluntarios y científicos trabaja arduamente para salvar a las tortugas en peligro en Petrie Island, Ottawa, mediante la recolección y liberación de sus huevos.

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En una calurosa noche de agosto, una familia de Ottawa tuvo la oportunidad de participar en una iniciativa única que busca conservar las poblaciones de tortugas en Petrie Island, un área ecológica comprometida con la protección de especies en peligro de extinción.

Desde el verano pasado, un grupo de científicos y voluntarios ha puesto en marcha un programa anual de recolección de huevos de tortuga en esta isla, ubicada en la bahía de Orléans, en el este de Ottawa.

La urbanización constante y el aumento de la actividad humana han puesto en riesgo a varias especies de tortugas locales que enfrentan predadores naturales y cambios en su hábitat.

Los voluntarios de 'Friends of Petrie Island' han hecho de la salvaguarda de estas tortugas su misión principal desde 1997, dedicando horas de su tiempo a proteger su entorno y aumentar la tasa de supervivencia de las crías.

Durante el verano, en total, se realizaron 15 liberaciones de crías.

Una de estas liberaciones fue especialmente conmovedora, ya que los participantes se sumergieron en la labor de liberar a las pequeñas tortugas tras haber sido cuidadas durante meses.

Fascinados por los pequeños animales, los asistentes expresaron su alegría y asombro al ver cómo las tortugas se aventuraban nuevamente hacia su hogar natural.

Entre las diversas especies presentes en Petrie Island, algunas como las tortugas de mapa enfrentan mayores desafíos.

Este año, el grupo logró recolectar 427 huevos, de los cuales más de 350 tortugas recién nacidas fueron liberadas al final del periodo de incubación.

La incubación de los huevos toma de 65 a 68 días, momento en el cual deben mantener condiciones específicas de temperatura y humedad para asegurar la mejor tasa de éxito en la eclosión.

Un aspecto crucial de este esfuerzo es que las tortugas no solo están amenazadas por la depredación de otros animales como zorros y mapaches, sino también por la pérdida de su hábitat y la intervención humana.


Por eso, el equipo de voluntarios toma precauciones extremas durante la recolección y liberación de los huevos, incluyendo el uso de bandejas adecuadas que no dañen o alteren la posición de los huevos.

Un error en la manipulación de los huevos puede resultar en que las tortugas no se desarrollen correctamente.

La cifra de supervivencia a la edad adulta es desalentadora, ya que se estima que solo entre el 10 y el 20 por ciento de las crías sobrevivirán hasta la adultez.

Sin embargo, el biólogo consultor del programa, Malcolm Fenech, subraya la importancia de estos esfuerzos: "Cada tortuga que logra alcanzar la madurez podría llegar a poner hasta 100 huevos en su vida", señala.

Esto representa una oportunidad crucial para la renovación y el crecimiento de la población de tortugas en Petrie Island.

Pese a los peligros inminentes que enfrentarán las tortugas tras su liberación, el grupo se mantiene optimista.

Las historias como la de un incidente donde una rana toro casi devora a una de las tortugas liberadas recuerdan a los voluntarios la fragilidad de estos seres vivos y la necesidad de seguir luchando por su resguardo.

En este contexto, la protección del medio ambiente no solo es una responsabilidad, sino un acto de amor que une a la comunidad en torno a la salvaguarda de la vida silvestre en su entorno local.

Así, el trabajo continuo de 'Friends of Petrie Island' representa una esperanza para la conservación de las tortugas y una lección para futuras generaciones sobre la importancia de proteger a aquellos que no pueden defenderse por sí mismos.