El Ministerio de Electrónica y Tecnología de la Información de India decide intervenir para regular las llamadas no deseadas y fraudes en aplicaciones OTT, buscando garantizar un entorno digital más seguro.

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El 29 de abril, la Asociación de Operadores de Telecomunicaciones de la India (COAI) anunció que recibe con agrado la decisión del gobierno de intervenir y abordar el creciente problema de las llamadas no deseadas y fraudes provenientes de plataformas Over-The-Top (OTT).

El Ministerio de Electrónica y Tecnología de la Información (MeitY) ha decidido liderar esta iniciativa, tal como se comunicó en una reciente reunión del Comité Conjunto de Reguladores (JCoR).

Esta medida es vista como un paso necesario, ya que las actividades de spam y estafa se están desplazando cada vez más hacia aplicaciones de comunicación OTT como WhatsApp, Signal y otras.

Desde hace años, India ha enfrentado desafíos en el control del spam telefónico y las llamadas fraudulentas, que en muchas ocasiones afectan a consumidores y empresas por igual.

Históricamente, las regulaciones estaban dirigidas principalmente a las redes tradicionales de telecomunicaciones, con la Department of Telecommunications (DoT) y los proveedores de servicios de telecomunicaciones (TSPs) reforzando las restricciones sobre Comunicaciones Comerciales No Solicitadas (UCC).

Sin embargo, las plataformas OTT, que permiten la comunicación mediante internet, permanecían en gran medida fuera del alcance regulatorio, lo que generaba un vacío en la protección de los usuarios.

Según la COAI, la participación del MeitY indica un cambio en la estrategia, donde la responsabilidad de regular las plataformas digitales recaerá en los ministerios pertinentes, en lugar de cargar únicamente a los operadores de telecomunicaciones.

El Director General de la COAI, el Teniente General S. P. Kochhar, explicó las dificultades de rastreo en estos casos. Por ejemplo, un operador telefónico puede localizar un número a una ciudad específica y ofrecer asistencia legal si es necesario. Sin embargo, cuando se utilizan plataformas OTT en dispositivos distintos, el rastreo se complica: la app y la tarjeta SIM ya no están vinculadas después de la instalación.

Kochhar ejemplificó que, mientras la tarjeta SIM puede ser rastreada hasta la ciudad donde reside el usuario, las actividades dentro de una aplicación OTT no permiten ese mismo nivel de seguimiento, especialmente si la app se usa en un dispositivo diferente al teléfono con la SIM.

Esto se debe a que, una vez instalada, la app funciona independientemente del número de teléfono y puede estar en un dispositivo distinto, dificultando su control y regulación.

Además, la COAI advirtió sobre una amenaza emergente llamada esteganografía, que consiste en ocultar contenidos dañinos dentro de archivos comunes como imágenes o documentos.

Esta técnica facilita que los ciberdelincuentes lleven a cabo fraudes y ataques sin ser detectados, subrayando la necesidad de fortalecer las medidas de ciberseguridad en plataformas tanto tradicionales como OTT.

En India, aproximadamente el 86% de los usuarios de internet disfrutan de servicios OTT de audio y video, según informes recientes, lo que refleja la rápida adopción de estas plataformas en la población.

La industria del sector sostiene que la creación de un conjunto unificado de reglas para todos los actores de la comunicación digital es la única forma de proteger a los usuarios del spam, las llamadas fraudulentas y los mensajes engañosos.

El objetivo principal de estas iniciativas, según la COAI, es garantizar un entorno digital más seguro y reducir al máximo las molestias ocasionadas por comunicaciones no deseadas.

La regulación efectiva en este ámbito no solo protegerá a los usuarios, sino que también fortalecerá la confianza en el uso de las tecnologías digitales, promoviendo un ecosistema más confiable y transparente.

La colaboración entre las autoridades, los operadores y las plataformas digitales será crucial para lograr estos objetivos en un contexto donde la tecnología evoluciona rápidamente y las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas con el tiempo.