Un nuevo estudio ha encontrado una disminución en el sueño profundo asociada con un mayor riesgo de demencia. Un creciente cuerpo de investigación señala vínculos claros entre el sueño profundo y la formación de la memoria, pero también la posibilidad de consecuencias graves cuando la calidad del sueño de alguien se deteriora con el tiempo.
Un nuevo estudio ha revelado una preocupante relación entre el sueño profundo y la formación de la memoria, así como la posibilidad de desarrollar demencia en las personas mayores.
La investigación, publicada en el Journal of Nuclear Medicine Technology, demostró que incluso una reducción del 1% en el sueño profundo cada año en personas de 60 años en adelante estaba asociada con un riesgo significativamente mayor de desarrollar demencia.
El estudio se llevó a cabo en aproximadamente 350 participantes inscritos en el Estudio del Corazón de Framingham, un proyecto de investigación multigeneracional a largo plazo en Estados Unidos.
Durante casi dos décadas de seguimiento, se identificaron 52 casos de demencia entre los participantes.
Aunque no se pudo determinar si la disminución del sueño causó la demencia o viceversa, los resultados resaltan la importancia del sueño profundo para el funcionamiento mental.
El sueño profundo se ha vinculado con la consolidación de la memoria y el proceso de eliminación de proteínas dañinas del cerebro.
Los expertos señalan que una disminución en la calidad del sueño puede tener consecuencias graves para la salud mental y el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Es importante destacar que el sueño de calidad se ha vuelto cada vez más escaso en la población en general.
Estudios muestran que los canadienses pasan ahora siete horas en promedio durmiendo, en comparación con las ocho horas que solían dormir hace 10 años.
Además, aproximadamente el 40% de los canadienses sufren algún tipo de trastorno del sueño.
Aunque aún queda mucho por descubrir sobre la relación entre el sueño profundo y la formación de la memoria, la evidencia científica respalda la importancia de un sueño de calidad para el funcionamiento adecuado del cerebro.
Mantener buenos hábitos de sueño puede ser una medida preventiva para disminuir el riesgo de demencia en el futuro.
Fuentes: CBC News, Journal of Nuclear Medicine Technology