La compañía SpaceX realizó su noveno vuelo de prueba de la nave Starship desde su base en Texas, utilizando por primera vez un cohete booster reciclado. Sin embargo, el lanzamiento culminó en una pérdida de control, con la nave desintegrándose en el espacio y cayendo al océano, en un episodio que refleja los desafíos en el desarrollo de misiones de gran escala hacia la Luna y Marte.

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La misión, que partió desde la base espacial #Starship en Texas, marcó un hito importante al tratarse del noveno vuelo de prueba y de la primera ocasión en la que la compañía utilizó un cohete booster reciclado para impulsar la nave.

A pesar del entusiasmo y las grandes expectativas, la misión concluyó de manera desafortunada. La nave, que tiene una altura de aproximadamente 120 metros y está diseñada para vuelos interplanetarios, perdió el control unos 30 minutos después del despegue y se desintegró en el espacio antes de completar sus objetivos.

La nave despegó con la intención de realizar pruebas de reingreso controlado y sistemas térmicos, esenciales para futuras misiones tripuladas a la Luna y Marte.

Sin embargo, problemas en el sistema de combustible y un aparente fallo en el escudo térmico provocaron que la nave comenzara a girar de manera descontrolada, cayendo al Océano Índico.

Este vuelo forma parte de un proceso largo y complejo para perfeccionar tecnologías que podrían transformar el futuro de la exploración espacial. Desde sus inicios en 2002, #SpaceX ha sido una pionera en la reutilización de cohetes, logrando reducir significativamente los costos y permitiendo vuelos más frecuentes y económicos.

La nave Starship, con un costo estimado en unos 150 millones de euros (al cambio de hoy), es vista como un avance revolucionario, capaz de transportar a decenas de pasajeros y cargas más allá de la órbita terrestre.

El programa de pruebas se ha caracterizado por una serie de fracasos y aprendizajes. En los primeros intentos, esas misiones terminaron con explosiones en el mar o en el aire, pero cada falla sirvió para mejorar la ingeniería y la fiabilidad del sistema.

La reciente incorporación de componentes reciclados del cohete booster, una innovación buscada por Elon Musk, representa un paso importante hacia la sostenibilidad del proyecto, aunque también añade complejidad técnica.

CEO de SpaceX

A pesar del contratiempo, Elon Musk, CEO de SpaceX, expresó en su cuenta de X (antes Twitter) que los resultados del vuelo ayudarán a perfeccionar los sistemas y acelerar las futuras pruebas.

Musk destacó que esta misión representó una mejora respecto a demos anteriores, las cuales terminaron con restos quemados en el Atlántico. La intención de la compañía es acelerar los plazos y realizar nuevos ensayos cada tres o cuatro semanas, con la esperanza de lograr que la Starship esté lista para misiones tripuladas a la Luna en 2027, en conjunto con agencias espaciales como NASA.

Históricamente, otros países y empresas también han enfrentado desafíos en su camino hacia los viajes espaciales. La Agencia Espacial Europea (ESA), con su programa Ariane, y la histórica misión del cohete Saturn V durante la era Apollo, son claros ejemplos de avances logrados tras múltiples fracasos.