Una plaga desconocida ha devastado la cosecha de arroz salvaje en el norte de Saskatchewan, afectando gravemente la economía local y la cultura indígena.

Una plaga no identificada ha causado la devastación de la cosecha de arroz salvaje en el norte de Saskatchewan, generando grandes preocupaciones entre los agricultores de la región y sembrando la incertidumbre sobre el futuro de este cultivo tan vital.

Agricultores de zonas cercanas a Lac La Ronge, Morin Lake y Pinehouse Lake han reportado que, al iniciar la recolección de este mes, encontraron muchos granos vacíos y pequeños gusanos similares a larvas que estaban abonando las plantas.

Phyllis Smith, una cultivadora de arroz salvaje con décadas de experiencia, compartió su angustia: "Nunca hemos visto algo así antes.

Este es el peor año que he experimentado.

Normalmente cosechaba alrededor de 300 sacos, y el mejor rendimiento que obtuve en mi lago fue de 800 sacos.

Este año, apenas logramos recoger 15 sacos en la última recolección".

Worm-like creatures have been a point of worry for local rice producers.

Sheridan Hamilton, quien ha cultivado arroz salvaje cerca de Morin Lake durante tres años, decidió abandonar la temporada debido a la escasez de cosecha.

"El año pasado vimos algunos de los insectos, pero la producción fue buena.

Sin embargo, este año mandamos a nuestros recolectores y regresaron con sacos vacíos", explicó Hamilton.

Cada saco debería pesar unas 23 kilogramos y, en esta ocasión, eran extremadamente ligeros.

Expertos advierten que factores como las implacables temperaturas extremas durante las etapas clave de germinación, así como el humo de incendios forestales, han creado un escenario ideal para debilitar las plantas, lo que ha permitido que la plaga se apodere de ellas.

Según los investigadores, se sospecha que los dietas perjudiciales provienen de larvas de polilla o escarabajo.

Este fenómeno ha golpeado de lleno la economía local, que se compone en gran parte de comunidades indígenas que dependen del arroz salvaje para su sustento económico y cultural.

"En años anteriores, incluso en los peores momentos, se podían recolectar suficientes cultivos para volver a sembrar.

Este año, no he podido recoger nada de lo suficiente para reiniciar ni un solo campo", manifestó Hamilton, destacando el impacto devastador sobre el empleo en la región.

El profesor Tim Sharbel, especialista en ciencias agrícolas de la Universidad de Saskatchewan, hizo un llamado urgente para tomar medidas inmediatas que ayuden a identificar la plaga y proteger el cultivo, que es considerado tanto económicamente significativo como sagrado para muchas comunidades indígenas.

A su grupo de investigación le preocupa que la situación se convierta en una crisis más amplia si no se actúa rápidamente.

"La pérdida de esta cosecha representa no solo una crisis económica, sino también un golpe a la autonomía de estas comunidades". La investigación se enfoca en establecer conexiones con las comunidades locales para mejorar la sostenibilidad del cultivo de arroz salvaje, especialmente en un contexto de cambio climático.

El Ministerio de Agricultura de Saskatchewan ya ha tomado nota de la situación y ha indicado que será necesario obtener muestras vivas para determinar la especie exacta de la plaga.

Aunque en el pasado no ha habido brotes significativos de plagas en la región, la actual crisis podría desafiar la producción de arroz salvaje y suculenta del Canadá en el futuro.

Desde 2006, Saskatchewan Crop Insurance Corp.

proporciona seguros a los cosechadores de arroz salvaje, pero este año podría ser un desafío que los recolectores no quieran experimentar debido a los bajos rendimientos.

La seguridad agrícola y la cultura indígena están en juego, y es crucial que se tomen medidas desde ahora para revertir la situación.