Un nuevo informe detalla cómo un reciente deslizamiento de tierra en el río Chilcotin ha afectado la migración de salmones, planteando preocupaciones entre científicos y autoridades.

Imagen relacionada de impacto deslizamiento salmones chilcotin

Un reciente informe ha arrojado luz sobre el impacto del deslizamiento de tierra que ocurrió el mes pasado en el río Chilcotin, un evento que ha generado inquietud entre científicos y comunidades locales sobre la migración de salmones.

Según un comunicado emitido el viernes por la Comisión del Salmón del Pacífico y el Gobierno Nacional Tŝilhqot’in, la cantidad de salmones que se dirige hacia las aguas superiores del río ha disminuido notablemente.

Este deslizamiento de tierra, que tuvo lugar a finales de julio, bloqueó el río Chilcotin cerca del Cañón Farwell, situado a unos 285 kilómetros al norte de Vancouver.

Este cañón es un punto crucial en la migración de los salmones hacia el lago Chilko, donde se reproducen.

Scott Hinch, ecólogo de salmones en la Universidad de Columbia Británica, ha señalado que el deslizamiento ha ralentizado la migración de los salmones.

Los datos proporcionados en el informe indican que hasta el momento se han avistado más de 500 salmones sockeye en la parte superior de la zona afectada, una cantidad que representa menos de una quinta parte de los aproximadamente 2,664 salmones que se esperaban bajo condiciones normales de migración en este punto del año.

La situación plantea serias preguntas sobre la salud de estas poblaciones de salmones, especialmente dado que la migración se ha visto obstaculizada.

Hinch ha explicado que el deslizamiento no solo ha creado un bloqueo físico para los salmones, sino que los sedimentos que quedaron en el agua pueden afectar su capacidad para orientarse y navegar hacia el lago Chilko.

Esto es especialmente preocupante ya que las orillas del río siguen siendo inestables, lo que podría agregar más obstáculos a su paso.

En un boletín separado, el Gobierno Nacional Tŝilhqot’in ha destacado la gravedad de la situación, advirtiendo que las corrientes de verano de salmones chinook y sockeye del río Chilcotin están en riesgo de extinción.


Como medida preventiva y para permitir una recuperación, se ha establecido una pausa de un año en la pesca de estas poblaciones.

Jeff Grout, director de gestión de salmones en el Departamento Federal de Pesca y Océanos (DFO), ha afirmado que es demasiado pronto para evaluar el impacto total del deslizamiento.

Sin embargo, ha dado a conocer que no se han emitido licencias de pesca para los salmones sockeye en el sistema fluvial este año, una decisión que refleja la preocupación por el futuro de estas especies.

Este verano, se esperaba que la corrida de salmones sockeye fuera una de las más abundantes en varios años, a pesar de que los números anticipados ya eran más bajos de lo habitual.

Es importante mencionar que las corridas de salmones sockeye suelen seguir ciclos de abundancia cada cuatro a cinco años.

La actual corrida durante el verano es el resultado de los salmones que enfrentaron desafíos tras el deslizamiento de tierra Big Bar en 2019, que generó unos de los rendimientos más bajos en la historia reciente.

Aunque este año se enfrentan a múltiples desafíos, Hinch ha manifestado la esperanza de que los salmones puedan sortear estos obstáculos.

"Son bastante hábiles para superar áreas difíciles", agregó. Se estima que alrededor de 117,000 salmones sockeye intentarán realizar la migración hacia el lago Chilko este verano, y se espera que la magnitud del impacto del deslizamiento se haga más evidente en la próxima semana, cuando la mayoría de los salmones se dirijan hacia aguas superiores.