Un estudio revela cómo los pulpos y los peces trabajan juntos para cazar, pero también enfrentan conflictos por el liderazgo.

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A pesar de ser conocidos como criaturas solitarias, un nuevo estudio ha revelado que los pulpos pueden colaborar con diferentes especies de peces para cazar, siempre y cuando se mantenga clara la jerarquía dentro del grupo.

Investigadores del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal en Alemania han documentado más de 100 horas de grabaciones de pulpos, específicamente de la especie O. cyanea, en acción en los arrecifes poco profundos de Israel, Egipto y Australia.

Los pulpos, a menudo considerados cazadores solitarios, utilizan una técnica denominada 'caza especulativa' cuando operan por su cuenta.

Este método consiste en moverse silenciosamente entre grietas de coral y rocas, envueltos en su propia tela, para atrapar presas como crustáceos, peces y moluscos.

Sin embargo, cuando se asocian con peces como peces cabra y meros, su estrategia cambia radicalmente.

En colaboración, los pulpos y peces mantienen su posición mientras los últimos buscan activamente presas.

Cuando un pez encuentra a su víctima, notifica al pulpo, que luego se lanza para atraparla de forma rápida y eficiente.

Este método crea una situación ventajosa tanto para el pulpo como para sus compañeros peces, ya que ambos tipos de depredadores pueden acceder al alimento: los peces no pueden llegar a las presas escondidas en las grietas por sí solos, y el pulpo puede ser más ágil al cazar en grupo.

A pesar de que este estilo de caza es mutuamente beneficioso, no está exento de conflictos.

Eduardo Sampaio, biólogo responsable del estudio, comentó que la competencia por la comida puede generar tensiones.

Si un pez no cumple con su papel o si se produce un exceso de 'vagos' en la caza, el pulpo reacciona de forma agresiva, llegando a golpear al pez para restablecer el orden.

Esta dinámica jerárquica se asemeja más a la estructura de cualquier entorno laboral humano, donde uno actúa a modo de 'CEO' del grupo, llevando la voz cantante en la cacería.

El estudio ofrece una nueva perspectiva sobre el comportamiento social de estas criaturas marinas, destacando que los pulpos pueden no ser tan solitarios como se creía anteriormente.

La interacción entre pulpos y peces en sus métodos de caza resalta un entendimiento único de las capacidades y limitaciones de cada especie.

A pesar de su proximidad, el respeto hacia el pulpo es evidente, ya que otras especies culturales saben que un pulpo enfadado puede resultar en la pérdida de beneficios para todos.

Sin embargo, aún quedan muchas preguntas por responder.

Por ejemplo, ¿se trata de una estrategia de caza realmente coordinada o simplemente de una coincidencia de que ambos grupos cazan en la misma área y se aprovechan de la presencia del otro? Esta investigación abre la puerta a explorar más sobre las complejidades del comportamiento social en el mar, no solo de los pulpos, sino también de los peces con los que interactúan.