El Proyecto Solid Carbon, supervisado por Ocean Networks Canada, tiene como objetivo utilizar el océano en los esfuerzos de secuestro de carbono como una forma de combatir el cambio climático. El proyecto busca inyectar CO2 en formaciones de roca basáltica en el océano, donde reaccionaría y se convertiría en roca durante un período de 10 a 25 años. Este tecnología sería la primera de su tipo en Canadá. Se espera que el proyecto inicie una etapa de demostración una vez que se asegure una financiación de $60 millones.

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El Proyecto Solid Carbon, supervisado por Ocean Networks Canada, tiene como objetivo utilizar el océano en los esfuerzos de secuestro de carbono como una forma de combatir el cambio climático.

Según Kate Moran, investigadora principal del proyecto, la capacidad del océano, incluyendo el basalto oceánico, para ayudarnos a eliminar el CO2 de la atmósfera es enormemente subestimada.

En lugar de utilizar tecnología de captura directa de aire, el Proyecto Solid Carbon extraería CO2 de la atmósfera utilizando turbinas eólicas flotantes en el océano.

Luego, este CO2 se inyectaría en formaciones de roca basáltica, donde reaccionaría y se convertiría en roca, sin volver a la atmósfera durante un período de 10 a 25 años.

La investigación preliminar, realizada en colaboración con el Departamento de Energía de los Estados Unidos en 2018, demostró la viabilidad de este proyecto.

Ahora, el siguiente paso sería llevar a cabo un proyecto piloto de demostración que requerirá un financiamiento de $60 millones.

El basalto en la Cuenca de Cascadia, ubicada a unos 300 kilómetros al suroeste de la isla de Vancouver, tiene la capacidad de almacenar 750 gigatoneladas de CO2, equivalente a aproximadamente 15 a 20 años de emisiones globales.

Por lo tanto, esta ubicación es ideal para llevar a cabo el proyecto piloto.

Aunque el secuestro de carbono en el océano no es algo nuevo, lo que hace que este proyecto sea único es el uso de roca basáltica en lugar de roca sedimentaria como destino final del CO2 capturado.

La roca basáltica tiene una mayor durabilidad y puede retener el CO2 de manera segura sin liberarlo nuevamente a la atmósfera.

El profesor Curran Crawford, líder del Proyecto Solid Carbon y profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Victoria, ha estado trabajando con estudiantes para garantizar la viabilidad técnica del proyecto.

Según él, el proyecto parece ser técnicamente factible y puede ser implementado en cualquier parte del mundo, ya que aproximadamente el 90 por ciento del basalto en la Tierra se encuentra debajo del océano.

Sin embargo, antes de comenzar el proyecto, es crucial realizar estudios ambientales adecuados y asegurarse de que no haya impactos negativos en el ecosistema marino o en las rutas de migración de aves.

Afortunadamente, un estudiante postdoctoral de la Universidad de Calgary ha investigado la actividad sísmica en la zona y ha concluido que el riesgo es mínimo.

El Proyecto Solid Carbon representa una nueva y prometedora forma de combatir el cambio climático utilizando recursos del océano.

Se espera que, una vez que se asegure la financiación necesaria, el proyecto avance rápidamente hacia la etapa de demostración y se convierta en un referente internacional en la lucha contra el calentamiento global.