Un nuevo estudio revela comportamientos raros y sorprendentes de orcas salvajes que imitan prácticas sociales humanas, como compartir su prey con investigadores en diversas partes del mundo, incluyendo Canadá y Nueva Zelanda. La investigación sugiere posibles motivaciones altruistas y culturales en estos mammíferos marinos.

Imagen relacionada de orcas comparten alimento humanos estudio

Aunque tradicionalmente se les ha considerado depredadores y animales enigmáticos, un nuevo estudio publicado en la revista revisada por pares Journal of Comparative Psychology revela casos en los que estas criaturas han intentado compartir su alimento con investigadores que las observaban en distintas partes del mundo.

Este comportamiento, registrado en costas de Canadá, Nueva Zelanda, Noruega y California, ha causado gran asombro entre la comunidad científica, que lo analiza como un posible ejemplo de comportamientos culturales o altruistas en los mamíferos marinos.

En algunas ocasiones, las #orcas han soltado sus presas, como focas, pescados grandes o aves marinas, cerca de los investigadores sin aparentar interés en recuperar el alimento, y en otros casos, incluso le han entregado directamente fragmentos de su presa.

Uno de los casos más notables ocurrió en la costa oeste de Canadá, cerca de Vancouver Island, donde Jared Towers, investigador de la Universidad de British Columbia, y su equipo presenciaron dos eventos en los que las orcas, en lugar de cazar o manipular su prey, la dejaron flotando junto a las embarcaciones.

En una de esas ocasiones, un orca dejó caer un foca recién capturada justo en la proa del barco, y en otra, un grupo de ballenas soltó aves marinas en presencia de los científicos.

Estas conductas no parecen ser accidentes, sino acciones deliberadas, dirigidas a evaluar las respuestas humanas.

Hasta ahora, la mayoría de estos comportamientos se habían interpretado como juegos o intentos dedomesticación, pero nuevos análisis sugieren que podrían tener un componente de aprendizaje social o incluso de cooperación cultural.

La capacidad cognitiva de las orcas y su estructura social altamente cooperativa parecen ser factores que explican estos comportamientos considerados como “prosociales”.

Los investigadores establecieron criterios estrictos para incluir solo aquellos encuentros en los cuales las orcas se acercaron voluntariamente a los humanos

El estudio revisó 34 casos documentados entre 2004 y 2024 en diferentes regiones oceánicas. Los investigadores establecieron criterios estrictos para incluir solo aquellos encuentros en los cuales las orcas se acercaron voluntariamente a los humanos, sin que estos hubieran iniciado la interacción a menos de 50 metros, y en los que las ballenas parecían esperar una respuesta antes de abandonar o recuperar su prey.

Curiosamente, en casi la mitad de estos casos, las orcas descargaron sus presas y las compartieron en un acto que podría interpretarse como una demostración de altruismo o una forma de cultura animal, donde el acto de compartir se asemeja a comportamientos observados en sus comunidades familiares.

Además, los investigadores consideran que estos gestos pueden ser una forma para las orcas de practicar habilidades sociales, explorar la interacción con humanos, o incluso establecer relaciones de confianza.

Estas conductas refuerzan la idea de que las orcas no son meramente depredadores carnívoros, sino animales complejos con capacidades de aprendizaje y comportamiento social que podrían estar en proceso de desarrollar aspectos culturales en diferentes regiones oceánicas.

La #investigación también apunta a la posibilidad de que estos animales, mediante estas acciones, intenten entender y responder a su entorno y a las especies que comparten con ellos.

Es importante señalar que, aunque estos comportamientos son interpretados como de naturaleza pro-social y cultural, los expertos advierten a los humanos que no deben aceptar ni intentar manipular estos intercambios, ya que pueden generar riesgos para ambas especies.

La interacción con las orcas en su hábitat natural siempre debe hacerse con respeto y precaución, manteniendo las distancias y evitado cualquier acto que pueda alterar su comportamiento natural.

En definitiva, estos hallazgos amplían nuestra comprensión sobre la complejidad de las orcas, sugiriendo que sus acciones podrían estar influenciadas por capacidades cognitivas avanzadas y relaciones sociales que se asemejan a procesos culturales en otras especies.