El avistamiento de una cría de orca en Puget Sound genera esperanzas, aunque los investigadores advierten sobre la alta mortalidad entre los terneritos.

En un acontecimiento que ha traído algo de esperanza a la población de orcas residentes del sur, se ha observado un nuevo ternero de orca en la zona de Puget Sound, Estado de Washington.

Este pequeño fue visto nadando junto a J35, conocida como Tahlequah, el 20 de diciembre.

Si bien la noticia es alentadora, los investigadores del Centro de Investigación de Ballenas (CWR) se mantienen cautelosos, ya que se estima que aproximadamente la mitad de las crías de orca no logran sobrevivir a su primer año.

La observación de este nuevo ternero se produce en el contexto de la criticamente baja población de orcas residentes del sur, que ha caído a apenas 72 individuos, la cifra más baja desde 2020, según información de Orca Conservancy, una organización dedicada a la preservación de estos cetáceos.

Esta población, que habita las aguas del Pacífico Noroeste, se divide en tres grupos familiares: J Pod, K Pod y L Pod, todos ellos organizados bajo un sistema matriarcal.

La presencia de un nuevo ternero es un acontecimiento significativo para J Pod, que actualmente solo cuenta con 25 miembros, según el director de investigación del CWR, Michael Weiss.

El nacimiento de este ternero es un hito, ya que cada nueva adición representa un incremento del más del 1% en el tamaño total de la población.

Sin embargo, la alegría por esta llegada se encuentra atenuada por la dura realidad de la esperanza de vida de estas crías, que se ve amenazada por factores como los altos niveles de contaminación que afectan a las orcas adultas, y la consiguiente transmisión de estas toxinas a sus crías a través de la leche materna.

Weiss señala que estas orcas son consideradas algunas de las más contaminadas del planeta debido a su posición en la cadena alimentaria, acumulando toxinas como los bifenilos policlorados (PCB) que comprometen su salud.

Otra dificultad importante que enfrentan las orcas es la disminución de las poblaciones de salmón chinook, su principal fuente de alimento.

Esta disminución ha sido señalada como un factor que contribuye a las altas tasas de mortalidad entre las crías, dado que las madres no pueden producir suficiente leche nutritiva.

De acuerdo a la última evaluación de amenazas del Departamento de Pesca y Océanos de Canadá, los stocks de salmón en la región han sufrido un declive alarmsnte.

La población de orcas residentes del sur ha estado bajo una serie de presiones, que también incluyen el ruido de las embarcaciones, que afecta su capacidad para comunicarse y cazar, así como el riesgo de colisiones con barcos.

A pesar de estos desafíos, organizaciones de conservación y expertos en la materia expresan su esperanza de que este nuevo ternero pueda sobrepasar las estadísticas desalentadoras.

"Esperamos que esta pequeña criatura inspire a las personas a seguir luchando por esta población" manifestó Orca Conservancy en una publicación.

La historia de Tahlequah, quien fue noticia mundial en 2018 al transportar el cuerpo de su ternero fallecido durante 17 días, resuena en el contexto actual, y los investigadores no pierden la fe en que este nuevo miembro de la comunidad de orcas pueda no solo sobrevivir, sino prosperar en un entorno que exige constantes esfuerzos de conservación.