La compañía detrás de ChatGPT decide seguir siendo una organización sin fines de lucro, adoptando una nueva estructura como 'Public Benefit Corporation' para seguir su misión original. Con esta decisión, OpenAI busca equilibrar su visión de transparencia con la sostenibilidad financiera.

OpenAI, la reconocida empresa creadora de ChatGPT, ha anunciado que continuará operando como una organización sin fines de lucro, aunque en un nuevo formato legal que le permitirá seguir promoviendo su misión de desarrollo de inteligencia artificial abierta y responsable.
La compañía, liderada por Sam Altman, ha decidido que su estructura actual pasará a ser una 'Public Benefit Corporation' (PBC), una forma jurídica que combina objetivos comerciales con un compromiso social y ético.
Este cambio estratégico responde a las críticas y desafíos legales que OpenAI enfrentó en los últimos años. Desde su fundación en 2015, la organización ha sido un referente en la comunidad tecnológica, promoviendo la transparencia y el acceso abierto a los avances en IA.
Sin embargo, en 2023, algunos críticos y figuras influyentes como Elon Musk — uno de los cofundadores y críticos iniciales de la compañía — cuestionaron las decisiones de la empresa, alegando que su evolución hacia una estructura con fines de lucro podría alejarse de sus principios originales.
En respuesta, OpenAI ha aclarado que su misión se mantiene intacta y que seguirá siendo controlada por su organización sin fines de lucro. Además, han destacado que la estructura de la 'Public Benefit Corporation' permitirá a la compañía atraer inversiones necesarias para seguir innovando sin comprometer sus valores fundamentales.
La organización sin fines de lucro continuará siendo un accionista importante de la PBC, garantizando así que la misión social de OpenAI prevalezca.
El cambio también implica que los beneficios y ganancias generados por la nueva estructura serán utilizados principalmente para financiar investigaciones y proyectos que beneficien a la sociedad en general.
Esta decisión es vista como un intento de equilibrar la sostenibilidad financiera con la ética y la transparencia, principios que siempre han caracterizado a OpenAI desde su creación.
Históricamente, OpenAI fue fundada en un momento en que la comunidad tecnológica buscaba democratizar el desarrollo de la inteligencia artificial, promoviendo el acceso abierto y colaborativo.
Sin embargo, en los últimos años, la competencia y las presiones del mercado han llevado a la organización a explorar nuevas formas de financiamiento y estructura legal.
El anuncio también llega en un contexto donde la regulación y el control sobre las tecnologías de IA están en auge en todo el mundo. Países como la Unión Europea han propuesto regulaciones estrictas para garantizar que el desarrollo de estas tecnologías sea seguro y beneficioso para todos.
Con esta transformación, OpenAI busca consolidar su posición como líder en innovación responsable, manteniendo su compromiso de crear IA que beneficie a toda la humanidad.
La decisión de seguir controlada por una organización sin fines de lucro y adoptar la estructura de una 'Public Benefit Corporation' refleja un enfoque que combina la innovación tecnológica con una responsabilidad social profunda, asegurando que los avances en IA se utilicen para mejorar la vida de las personas en todo el mundo.